Taylor Hawkins fue el baterista de una de las bandas de rock más importantes del mundo, Foo Fighters.
Murió el viernes de forma inesperada, a los 50 años, cuando la banda se encontraba en Colombia para realizar una presentación.
El músico estuvo con Foo Fighters durante más de dos décadas. Se unió al grupo poco después de que terminaron de grabar su álbum The Color and the Shape (1997).
Dave Grohl había formado la banda en 1994, después de que Nirvana se disolvió tras el suicidio del cantante Kurt Cobain.
Grohl, un aclamado baterista, asumió la voz principal y la guitarra en Foo Fighters.
El presentador de BBC Radio 6 y exbaterista Matt Everitt dice que Hawkins "tuvo que ser bastante bueno" para ser el hombre de las percusiones de Foo Fighters.
"Dave Grohl es un baterista legendario, pero Taylor no era menos", opina Everitt.
"Para empezar, no lo habrían tenido en la banda si no tuviera las habilidades necesarias. Estuvo hombro con hombro con Dave Grohl. Fue brillante".
Everitt, quien entrevistó a Hawkins varias veces durante presentaciones en Reino Unido, lo describe como alguien que tenía una gran pasión al tocar y un gran gusto.
"Él se ponía al servicio de las canciones", continúa. "Eso es lo que hacen todos los mejores bateristas, entienden que no se trata solo de cuán grandiosa es tu parte, sino de cuán grandiosa es toda la canción y saber cuándo dar soporte a la música".
Antes de estar con Foo Fighters, Hawkins tocó la batería para Alanis Morissette.
El nacido en Texas se inició en la música gracias a su hermano y comenzó tocando la guitarra. Pero, inspirado por Roger Taylor de la banda Queen y Stewart Copeland, de The Police, pronto adoptó la batería.
Se inspiró en artistas de Reino Unido y en casi todos los conciertos de Foo Fighters emergía de detrás de la batería para cantar una canción de su banda favorita, Queen.
El músico británico Brian May, de Queen, describió a Hawkins como su "hijo amado". Escribió en Instagram: "Taylor, eras familia para nosotros".
"Le encantaba Londres. Muchas de las bandas que realmente amaba venían de Reino Unido", dice Everitt.
Cuando estaba en la capital británica, acudía a los Trident Studios en Soho, donde Davie Bowie y Queen grabaron.
Pero durante la visita de 2001 a Londres, Hawkins pasó dos semanas en coma después de tomar una sobredosis de heroína.
Hablando sobre esa experiencia, en 2018 dijo que fue "un verdadero punto de cambio" para su vida.
Hawkins y su esposa, Alison, se casaron en 2005. Tuvieron tres hijos.
En 2011, Foo Fighters respondió a una protesta de una iglesia cristiana fundamentalista realizando una tocada especial para ellos.
Eran los miembros de la iglesia bautista de Westboro que estaban protestando frente al Sprint Center, Kansas (EE.UU.), donde la banda debía actuar un viernes por la noche.
El grupo se vistió y llegó en un camión de plataforma e interpretaron el tema "You Should be Dancin'" ("Deberìan estar bailando"), de los Bee Gees.
Mientras los Foo Fighters estaban en un receso en 2013, Hawkins formó una banda llamada Chevy Metal que hacía covers.
En 2021, Foo Fighters fue incluido en el Salón de la Fama del Rock and Roll.
Según Everitt, los músicos "no se apoyaban en glorias pasadas" sino que seguían produciendo.
"No se quedaron quietos", añade. "Foo Fighters tenía más que decir, lo que hace que la tragedia sea aún más insoportable".
Foo Fighters se encontraba de gira en América del Sur al momento de la muerte de Hawkins.
La última actuación fue en el festival Lollapalooza de Santiago de Chile.
La banda debía presentarse el viernes por la noche en el festival Estéreo Picnic, en Bogotá, Colombia, antes de que se anunciara la trágica noticia.
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