"No, no son extraterrestres".
El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, eligió el humor para tranquilizar a los habitantes de California que inundaron las redes sociales con las imágenes de unas sorprendentes luces que se veían en el cielo el pasado domingo y que fueron también observadas en el norte de México.
El responsable de este espectáculo fue Falcon 9, el cohete de SpaceX, que marcó un nuevo hito al convertirse en el primero de la compañía en despegar y aterrizar en el territorio de la costa oeste de Estados Unidos.
Hasta ahora, todos los aterrizajes de la compañía fundada por Elon Musk habían tenido lugar en el Cabo Cañaveral de Florida o en plataformas en el mar.
"Loco y bello" o "simplemente ciencia" fueron algunas de las frases que usuarios de redes eligieron para describir lo que veían y que muchos compararon con una película de ciencia ficción.
El cohete Falcon 9 despegó de la base Vandenberg de California a las 19:21 hora local (02:21 GMT) del domingo.
Solo ocho minutos después, la primera (y reutilizable) parte del cohete regresó a las instalaciones aterrizando de manera exitosa.
El cohete consiguió posicionar en órbita con éxito el SAOCOM 1A, un satélite argentino que servirá para captar información que ayude a prevenir desastres naturales, elaborar mapas de riesgo de enfermedades de los cultivos y monitorear los niveles de humedad del suelo.
SpaceX trabaja en el desarrollo de cohetes reutilizables con el objetivo de ahorrar costos y atraer inversores.
El éxito de esta misión es un nuevo paso en esa dirección, ya que los aterrizajes en tierra reducen considerable los procesos posteriores al lanzamiento.
Entre los planes de la compañía está el de poder llegar a reutilizar un mismo cohete en solo 24 horas.