Taylor Swift lanzó este viernes Reputation, su nuevo álbum. Pero en los últimos días, se habla casi más de la propia reputación y de las polémicas legales de la cantante estadounidense que de su música.

Esta semana se hizo público que sus abogados enviaron una carta a PopFront, un blog de cultura y música independiente de California, para que se retractara y eliminara un polémico artículo sobre Swift.

Y esto llevó a posicionarse públicamente incluso a la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), una de las principales organizaciones de defensa de derechos del país.

El motivo: el haber señalado, de nuevo, a una supuesta relación entre la mundialmente famosa artista y grupos supremacistas blancos.

Según el artículo, algunos de estos grupos han adoptado las populares letras y videos de Swift como soporte de sus creencias, por lo que ella estaría apoyándolos por no haberlos denunciado y condenado públicamente.

"Si bien los músicos pop no son líderes mundiales respetados, tienen una gran audiencia y su música a menudo refleja sus valores. Así que el silencio de Taylor no es inocente, está calculado", escribió la autora del texto, Meghan Herning.

En concreto, el blog -de unos 1.500 seguidores entre Facebook y Twitter- alude a supuestas referencias y guiños a grupos supremacistas en el video de su último éxito, la canción Look What You Made Me Do, para argumentar la presunta ideología de la cantante.

"La dulce imagen de víctima de Taylor es el vehículo perfecto y la metáfora de la victimización percibida por los supremacistas blancos", asegura Herning.

Según el blog, el video apoya la idea de una jerarquía racial, muestra contenidos racistas y algunas escenas guardan similitudes con los ejércitos de Adolf Hitler en la Alemania nazi.

¿Difamación o libertad de expresión?

En respuesta al artículo, publicado a finales de octubre y que continúa en línea, el equipo legal de Swift envió una carta a Herning exigiendo la retirada y rectificación de una historia "probadamente falsa y difamatoria".

Según esta misiva, publicada en la web de UCLA y reproducida por medios estadounidenses, la cantante está "preparada para proceder legalmente" si no se aceptan sus peticiones.

Los abogados de la cantante niegan que su clienta se haya mantenido en silencio sobre las últimas polémicas protagonizadas por grupos supremacistas blancos.

E incluso si lo hubiera hecho, "el silencio no significa apoyo", se asegura en la carta.

UCLA, en cambio, considera que los argumentos de Swift no se sostienen y que sus reclamaciones al blog serían contrarias al derecho a la libertad de expresión.

La organización sin fines de lucro, que se dedica a defender los derechos y libertades recogidos en la Constitución y leyes estadounidenses, hizo pública este martes la dura carta con la que respondió a la enviada a su vez por los abogados de la cantante.

Según ACLU, el artículo no es más que una mezcla de discurso político y comentarios críticos, que aborda el hecho de que "aparentemente, algunos supremacistas blancos" hayan tomado a Swift como referente "junto con una interpretación crítica de parte de su música, letras y videos".

"Las críticas nunca son agradables, pero una persona famosa tiene que sacudírselas, incluso si la crítica puede dañar su reputación" (?). "Ni siquiera en sus sueños más locos" estas afirmaciones podrían constituir una difamación, dice la carta en clara referencia a títulos de canciones de Swift como Shake It Off o Wildest Dreams.

Según The Washington Post, el equipo legal de Swift no respondió a las solicitudes de entrevistas por parte de varios medios.

Antigua polémica

Esta no es la primera vez que Swift intenta acabar legalmente con comparaciones públicas entre ella y los grupos supremacistas blancos.

En 2013, sus abogados exigieron a la red social Pinterest eliminar imágenes de la artista publicadas tras ser manipuladas por una adolescente, quien añadía en ellas frases de Hitler haciendo creer que eran citas que correspondían a la artista.

Tras casos como este, algunos grupos supremacistas blancos comenzaron a señalar a Swift como un icono de su movimiento.

Y esto, que muchos identificaron como una broma, tiene para otros como la autora del polémico artículo una veracidad absoluta.

"La prensa no debería ser intimidada por abogados bien pagados. Estas tácticas de miedo pueden haber funcionado para Taylor en el pasado, pero yo no doy voy a dar un paso atrás", le dijo Herning a Variety.

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