De maestra de preescolar a actriz, de una aldea mixteca a Hollywood, de huir de las cámaras fotográficas a posar para la portada de la revista Vogue.
A Yalitza Aparicio, la joven indígena mexicana que protagoniza "Roma", la aclamada película de Alfonso Cuarón, la vida le cambió casi por accidente.
Todo comenzó una mañana hace cerca de tres años, cuando acompañó a su hermana a un casting que hacían en su pueblo, Tlaxiaco, una localidad de apenas 40.000 habitantes en el noroeste de Oaxaca.
Un grupo de desconocidos había llegado allí para buscar potenciales actrices, pero nadie sabía en qué consistía el proyecto, de qué trataba la película o quién sería el director.
Era tal el misterio que muchos en el pueblo, incluso, pensaron que podría ser un caso de trata de mujeres.
Pese a las dudas, Aparicio fue finalmente para acompañar a su hermana, Edith, que siempre se sintió atraída por la actuación, pero que, por aquel entonces, apenas podía caminar por su embarazo a término.
Al llegar, la hermana se indispuso y le pidió que, en su lugar, entrara ella al casting para que le contara al menos en qué consistía.
Yalitza lo hizo y poco después recibió la noticia: su suerte estaba echada y había sido elegida para protagonizar la película.
El propio Cuarón contó después que desde que la vio supo que era la persona indicada para encarnar a "Libo" (Liboria Rodríguez), su nana oaxaqueña cuya vida y azares inspira la trama de la película.
Según ha contado Yalitza, no fue algo que quisiera o esperara: simplemente pasó.
Ahora, la actriz se ha convertido en una sensación en México y sus fotografías han aparecido en las portadas de reconocidas revistas de moda como Vanity Fair y Vogue (en su edición local).
Su imagen en esas publicaciones -y en la película misma-, es, para muchos, un reconocimiento de lo diverso y lo plural del país, de sus diferentes tonos, formas, matices y colores; un "hito histórico" en publicaciones que han priorizado tradicionalmente otros cánones de belleza.
Para otros, las portadas han encendido también la latente crispación que existe en el México profundo por el tema de las diferencias raciales y sociales.
Pero ¿quién es esta joven cuya imagen en la sociedad mexicana actual trasciende la propia película por la que se le aclama?
De Oaxaca a Hollywood
En "Roma", Aparicio interpreta la historia de Cleo, una empleada doméstica que mantiene a flote a una familia de clase media en el convulso Distrito Federal de los inicios del gobierno de Luis Echeverría.
Sin embargo, la actriz, nacida en 1993, ha contado en diversas entrevistas que el personaje más cercano a una nana que tuvo fue su propia madre, quien desempeñaba esa labor para mantenerlas a ella y a sus hermanos.
Según medios mexicanos, aunque logró graduarse de maestra, Aparicio creció en una comunidad pobre y, en el momento en que fue al casting, estaba desempleada y se ganaba un dinero extra ayudando a su hermana a elaborar piñatas.
Aunque tiene ascendencia mixteca, no hablaba el idioma, por lo que debió perfeccionarlo con una amiga (que también aparece en "Roma") para poder hablarlo en la película.
En diversas entrevistas ha contado que fue muy tímida y reservada desde su infancia, que no le gustaba tomarse fotografías ni hablar en público, por lo que nunca pensó en la actuación como una forma de vida.
De hecho, no era ni siquiera muy fanática del cine y no sabía quién era Alfonso Cuarón.
Pero, sorprendentemente, un físico como el suyo y muchas de esas características era lo que buscaba el director para la persona que interpretaría a su nana.
Y es que si algunos han cuestionado una aparente falta de emociones o cierta incapacidad de la actriz para hacer que su personaje genere empatía, Cuarón ha explicado que esas características también buscaban reflejar la identidad y el mundo interior de "Libo".
Nace una estrella
Ahora, la actuación de Aparicio ha sido calificada como la mejor de 2018 por la revista Time, mientras The New York Times la incluyó en la lista de las más destacadas del año.
"Puedes estudiar actuación toda tu vida y nunca sentirás que lo estás haciendo bien. O puedes ser un no profesional, alguien que nunca soñó con seguir una carrera como actor y ofrecer una interpretación tan sutil que nadie diría que nunca antes te habías parado delante de una cámara", indicó The New York Times.
Pero uno de los hechos que más debate ha generado en las redes en México es el hecho de que la actriz haya sido también elegida para su portada por reconocidas revistas de moda.
"Se están rompiendo ciertos estereotipos de que solamente personas con cierto perfil pueden aspirar a estar en una película o estar en una portada de revista. Que están conociendo estas otras caras de México es algo que me hace tan feliz y orgullosa de mis raíces", afirma Aparicio en el video que acompaña su aparición en Vogue.
Allí también dice que uno de los hechos que más la sedujo de la película - y de lo que vino después- fue la posibilidad de hablar "de mujeres reales", con nostalgias, recuerdos, pasiones y "una identidad que se ve y se siente a flor de piel".
"Mi piel, muy mexicana, oaxaqueña y muy humana. Del color de mi tierra y la diversidad de sus colores", agrega en el video de la publicación más famosa del mundo de la moda.