Puede que esto sorprenda a quienes critican su "imperialismo lingüístico", pero el inglés es en realidad como una aspiradora, insaciable a la hora de absorber y adoptar palabras extranjeras.

Tanto que los angloparlantes son quienes más palabras toman de otras lenguas, frente a los hablantes de francés, alemán, hebreo moderno e islandés, que parecen ser los más reacios.

La filóloga española María Isabel González Cruz, especializada en la sociolingüística y en la pragmática de la lengua inglesa, lleva años estudiando este fenómeno.

"Tenemos la imagen de que el inglés es una lengua que 'nos está invadiendo', pero a lo mejor no sabemos que, a su vez, ha abrazado un gran número de palabras de otros idiomas a lo largo de su historia", le cuenta a BBC Mundo.

El francés es la lengua de la que más ha aspirado, siguiéndole, en este orden, el japonés, el español, el italiano, el latín, el griego, el alemán y el yiddish; y en menor proporción, el ruso, el chino, el árabe, el portugués y el hindi.

Algunos autores estiman que puede haber adoptado palabras de hasta más de 350 idiomas, señala González.

Más abajo en esta nota te presentamos varios ejemplos.

Una lengua sin complejos

Quien definió al inglés como una lengua "aspiradora" fue el lingüista David Crystal, uno de los expertos en idiomas más famosos a nivel mundial.

"Ser un idioma aspiradora es algo característico del inglés porque ha estado presente en casi todos los rincones del planeta a raíz de la expansión del Imperio británico y ha convivido durante mucho tiempo con otras lenguas", afirma González, quien cree que esa "permeabilidad" la convierte en una lengua más interesante.

Para la académica, "no tiene sentido tener una actitud purista y conservadora ante el idioma, ni insistir en que 'se nos está corrompiendo' por adquirir vocablos de otros idiomas", asegura.

"El inglés no tiene ningún complejo en ese sentido. No hay una academia de la lengua que esté puliendo y purificando el idioma. No toda las lenguas tienen esa actitud", señala González.

Del japonés al ruso

Aunque en todas las lenguas los anglicismos han aumentado notablemente gracias a la globalización ?y son obvios sobre todo en campos como la tecnología, la economía o la cultura? en áreas como la alimentación, la música, el deporte, la medicina, el mobiliario o la moda la expresividad inglesa se nutre de extranjerismos.

Y hay varios diccionarios que dan cuenta de este fenómeno.

Aquí te mostramos ejemplos de palabras "aspiradas" por el inglés que, como verás, en muchos casos coinciden con adopciones que ha hecho el español.

  • Del francés: ballet, duvet, fiancé, entrepeneur
  • Del japonés:kimono, bonsai, karaoke o tsunami
  • Del italiano:adagio, baritono o concierto
  • Del alemán:kindergarden y tienda de delicatessen
  • Del chino: gingseng o kung-fu
  • Del árabe: hummus o jazmín
  • Del hindi: avatar o guru
  • Del ruso:sable o gulag

Pero ¿y los hispanismos?

De las quesadillas al rodeo

Como es de esperar, la influencia del español ocupa un capítulo destacado en la conformación del léxico inglés.

Ya en 1996, el Oxford English Dictionary (OED) registraba 1.350 palabras de origen español, de las que solo el 40% aparecía en los diccionarios de consulta habituales.

"A partir del siglo XVI hay un aluvión de palabras españolas que se van incorporando al inglés y que se van registrando en el diccionario de Oxford", explica González.

La experta sostiene que la mayor parte del español que penetró en el inglés antes del XIX procedía de España, si bien muchos fueron términos del Nuevo Mundo y de lenguas indígenas transmitidos desde el español peninsular y también desde Canarias (canarismos), que siempre tuvo un vínculo especial con el mundo anglosajón.

Los hispanismos más recientes son adoptados por el inglés estadounidense, sobre todo a partir del siglo XX, fruto del gran peso de la comunidad hispana en Estados Unidos.

La mayoría de los hispanismos son culturales y tienen que ver con comidas y bebidas. Solo hace falta echar un vistazo al léxico gastronómico.

Todas estas palabras ya están registradas así, en español, en el diccionario de Oxford:

  • Burrito
  • Nacho
  • Fajita
  • Enchilada
  • Quesadilla
  • Jalapeño
  • Papaya
  • Tequila
  • Piña colada
  • Tortilla
  • Margarita

En el llamado Viejo Oeste también encontramos muchos ejemplos: rodeo, estampida, corral, machete, rancho, y un largo etcétera.

Y hay muchas otras palabras del mundo del entretenimiento, como bolero, picador, banderilla, corrida, fiesta o flamenco; e incluso político: caudillo, junta, guerrilla.

El hecho de que ese léxico esté en el diccionario es muy relevante porque significa que su uso es oficial, dice González.

Las lenguas siempre están cambiando

Los extranjerismos pueden permanecer en uso durante siglos, o bien solo durante un tiempo y luego caer en desuso.

Según González, suelen pasar 25 años de uso activo antes de que una palabra sea incluida como préstamo en un diccionario prestigioso.

"El DRAE (Diccionario de la Real Academia Española) parece haber tardado menos en recoger anglicismos como blog, internet, selfi, web, wifi, que, junto a bar, gol o penalti, ya forman parte de nuestro vocabulario habitual", señala la académica.

Las lenguas, dice, siempre están cambiando, así como cambia la sociedad.

"Hay que rebatir la visión que tienen algunos de que el inglés nos está invadiendo y de que está destrozando el español. No es así. A lo largo de la historia, todas las lenguas han ido tomando préstamos de otras. La lengua, al fin y al cabo, refleja la realidad".

"Es necesario desmitificar esa visión del inglés como lengua invasora y hacer ver la otra cara de la moneda: que el inglés ha tomado ?y sigue tomando? palabras de todos los idiomas, incluyendo el español".

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