Imagina que miras al cielo durante una noche muy oscura en que no ves ni una estrella.
Pero te pones unos lentes que captan luz que era invisible a simple vista. Y percibes que lo que parecía un vasto mar oscuro estaba en realidad lleno de galaxias y estrellas.
Algo semejante es lo que logró en 2012 el telescopio espacial Hubble de la NASA, al apuntar su cámara durante cientos de horas a una región llamada Hubble Ultra Deep Field (HUDF) o Campo Ultra Profundo del Hubble.
Las observaciones permitieron lograr la imagen más profunda del espacio hasta ese momento.
Ahora, científicos del Instituto de Astrofísica de Canarias y la Universidad de la Laguna en España, dirigidos por el investigador Alejandro S. Borlaff, analizaron los datos del Hubble con nueva tecnología.
Los investigadores lograron recuperar una enorme cantidad de luz que no aparecía anteriormente y el resultado es la imagen espectacular que ves arriba, la nueva imagen más profunda del Universo.
Galaxias muy antiguas
¿Pero qué significa profundidad?
"Cuando salimos al campo en una noche muy oscura podemos ver las estrellas y a lo mejor alguna galaxia, la galaxia de Andrómeda se ve a simple vista", señaló Borlaff a BBC Mundo.
"Pero nuestros ojos son muy pequeños y no podemos detectar luz que es muy débil"
"Entonces cuando utilizamos telescopios, que es como utilizar un ojo muy grande, lo que hacemos es aumentar la profundidad, somos capaces detectar cosas muchísimo mas débiles".
La profundidad puede indicar objetos más antiguos, cuya luz ha viajado más tiempo hasta alcanzarnos, u objetos cercanos pero muy débiles, explicó el astrofísico.
"En este caso estamos viendo galaxias que son muy antiguas. Estamos apuntando a un punto muy, muy, muy lejano. Y y no hay nada entremedio, por lo que lo que vemos está muy lejos".
"Aparecieron galaxias que no estaban ahí"
Las fotos del Campo Ultraprofundo del Hubble se tomaron durante casi una década y fueron fruto de la combinación de cientos de imágenes captadas con la cámara ancha del telescopio, Wide Field Camera 3, durante más de 230 horas.
"El objetivo entonces era buscar la galaxia más lejana del universo. Entonces primero tuvieron que buscar el punto, porque el cielo esta lleno de galaxias y tienes que buscar un hueco entre ellas", señaló Borlaff.
"Es como mirar el bosque y buscar un punto en que tienes un huequecito entre los árboles para ver muy, muy lejos, es algo muy difícil".
El Hubble apuntó durante órbitas y órbitas al mismo punto, "que es tan pequeño como el agujero de una aguja si extendieras el brazo".
"Con una precisión increíble el equipo del Hubble consiguió apuntar todas las imágenes en el mismo lugar y luego alinearlas entre ellas".
"Y al hacer una combinación, como un promedio de todas estas imágenes, redujeron el ruido de la imagen final y aparecieron galaxias que no estaban ahí, que no estaban en las imágenes originales".
Técnicas nuevas
"En aquel momento los científicos estaban más centrados en buscar las galaxias muy lejanas y nosotros en este caso estamos más interesados en ver cómo es la luz difusa que hay alrededor de las galaxias más grandes", señaló Borlaff.
"Lo que hemos hecho es volver al archivo de imágenes originales, y mejorar el proceso de combinación", explicó el científico.
"Entonces, aplicando nuevas técnicas que nos han permitido procesar este montón de datos, muchísimos terabytes, de una manera más precisa gracias al avance tecnológico (que ha sido posible solamente en los últimos cinco o seis años), hemos podido exprimir más los datos y sacar más información".
"Lo más emocionante"
El equipo logró recuperar luz de estrellas que se había perdido alrededor de las galaxias más grandes.
La luz generada por esas estrellas "perdidas" equivaldría a haber recuperado una galaxia completa.
Y muchas galaxias que parecían tener un cierto espacio definido tiene ahora prácticamente el doble del tamaño que se pensaba.
"Lo más interesante desde mi punto de vista es que cuando vemos objetos en el Universo como una galaxia creemos que hay una frontera, que la galaxia se acaba en algún momento. Y, sin embargo, si continuas observando las galaxias no parecen tener fin, no parece que se acaben nunca, no hay un borde de las galaxias".
Tal vez dentro de unos años se vuelvan a mirar los datos con nueva tecnología y las galaxias "sean aún más grandes", señaló Borlaff a BBC Mundo.
"Entonces lo más emocionante realmente es decir, 'vaya, esto no parece que tenga fin'".
"Parece que es como un auténtico universo que estás buscando debajo de lo que parecía que estaba ahí".
"Como si fuera un iceberg y estuvieras viendo la punta, y cuando te sumerges debajo ves un mundo entero".