Para Anna Simpson, el nacimiento de su hija por cesárea fue "la experiencia más aterradora" de su vida.
Tras el parto, la mujer sufrió trastorno de estrés postraumático (TEPT) y asegura que revivía el trauma "una y otra vez" cuando estaba cuidando a su hija recién nacida.
Anna no es la única. Un estudio en Reino Unido muestra que hasta 28.000 mujeres en el país podrían verse afectadas cada año por trastorno de estrés postraumático materno.
Por ello, se está pidiendo mejorar el apoyo de salud mental que se ofrece a quienes se convierten en madres.
Simpson, de 34 años, fue trasladada de emergencia a un quirófano después de comprobarse que el bebé se presentaba de nalgas y de que se llevaran a cabo dos intentos no exitosos para moverlo en el útero.
"Había mucha gente a mi alrededor", recuerda.
"Había un anestesista tratando de ponerme una cánula en la mano, así que sentí que me estaban atacando, estaba muy atemorizada. Tenía mucho miedo".
Los expertos advierten que el TEPT, que a menudo se asocia a soldados que regresan de la guerra, es más difícil de tratar cuanto más tiempo pase sin ser diagnosticado.
Un parto traumático puede dar lugar a consecuencias no esperadas como la reducción en el ritmo cardíaco del bebé, una operación de cesárea de emergencia o la hemorragia o pérdida de sangre de la madre.
Simpson, cuya hija ahora tiene 16 meses, dice: "Estaba reviviendo el parto una y otra vez, era agotador y realmente doloroso".
"Y además de eso tenía que cuidar al bebé. Era realmente difícil".
Meses después del nacimiento, Anna se sometió a una terapia cognitiva conductual seguida de un exitoso tratamiento psicológico llamado "desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares" (EMDR, por sus siglas en inglés).
El EMDR funciona sobre la teoría de que los recuerdos traumáticos no han sido adecuadamente procesados por el cerebro, pero pueden reprocesarse correctamente por medio de una terapia que involucra el movimiento ocular y estímulos físicos.
Signos comunes de trastorno de estrés postraumático materno:
- Recuerdos recurrentes de experiencias vividas.
- Pensamientos e imágenes instrusivos.
- Pesadillas.
- Angustia intensa y recordatorios reales o simbólicos del trauma.
- Sensaciones físicas como dolor, sudor, nausea o temblores.
Fuente: Organización Mind para una mejor salud mental.
Un estudio de investigadores de la City University de Londres, publicado en el Journal of Affective Disorders, concluyó que entre el 3 y 4% de mujeres reportan TEPT durante el embarazo o después del parto.
En base a este porcentaje, calcularon que unas 28.000 mujeres podrían verse afectadas en Reino Unido cada año.
"Necesitamos concientizar sobre el trauma del parto y el TEPT, tanto al público en general como a los profesionales que están en contacto con mujeres", dice Susan Ayers, coautora del estudio.
"Necesitamos entrenar a profesionales de la salud para identificar a las mujeres (afectadas) y también necesitamos tener tratamientos efectivos basados en evidencia", agrega la profesora.
Anna Simpson afirma que la terapia que recibió le ayudó a recuperarse.
"Ya no me siento tan frágil, las emociones que estaban efervescentes bajo la superficie ya se han ido y puedo hablar sobre ello", cuenta.
"Esto me alegra porque tener un bebé fue realmente algo maravilloso, así que es bueno poder hablar sobre eso ahora",concluye.