Para algunos, escapó en un submarino a Sudamérica. Para otros, huyó a la Antártica o... al lado oculto de la Luna.
La muerte de Adolf Hitler en mayo de 1945 dio paso a las más disparatadas leyendas y teorías conspirativas que todavía trascienden el legado de horror que dejó el Führer del Tercer Reich.
Pero los mitos podrían haber llegado a su fin.
Un equipo de forenses de Francia tuvo acceso a lo que aseguran son unas reliquias guardadas celosamente por los servicios de inteligencia rusa durante más de siete décadas, y sostienen que llegaron a una conclusión histórica "incuestionable".
Los resultados, difundidos en la publicación European Journal of Internal Medicine la semana pasada, fueron recibidos con escepticismo por unos y como una confirmación de una verdad histórica por otros.
Y es que a los patólogos franceses se les permitió estudiar un conjunto de dientes guardados en Moscú desde el final de la Segunda Guerra Mundial que, según afirman, son uno de los pocos restos que quedaron de Hitler tras su suicidio en 1945.
Según la versión histórica más extendida, el líder nazi se quitó la vida junto a su esposa, Eva Braun, y sus perros en un búnker. Después, sus cadáveres fueron incinerados por fieles soldados de las SS.
Los servicios de inteligencia soviéticos, que tomaron el búnker, aseguraron durante años que se habían llevado una de las pocas muestran que quedaban allí de los restos de Hitler, pero esa versión fue cuestionada por la mala reputación de la KGB y porque ningún experto internacional había tenido acceso a las reliquias.
Hasta ahora.
Los investigadores franceses llegaron a la conclusión de que en efecto se trataban de restos de Hitler, por lo que en su opinión, el hallazgo pone fin a las diferentes teorías que rondaron la muerte del jerarca nazi.
Según ellos, confirma que Hitler murió en el búnker y fue quemado, como daban por sentado un gran número de historiadores.
"#Hitler murió en 1945 en Berlín, y sus restos están en Moscú", escribió en Twitter Philippe Charlier, el investigador principal del estudio.
Pero ¿cómo llegaron a esta conclusión?
El reporte
De acuerdo con el artículo del European Journal of Internal Medicine, los patólogos pudieron comparar las muestras facilitadas por los rusos con las descripciones que se tenían de su dentadura y llegaron a la conclusión de que coincidían.
Los expertos aseguran que a Hitler, cuando murió a los 56 años, solo le quedaban unos pocos dientes según su dentista personal, Hugo Blaschke, y su asistente, Kathe Heusermann.
Entre otros elementos, destacaron que los análisis arrojaron que las muestras no tenían rastros de carne, lo que en su criterio es coherente con el hecho de que el Führer era vegetariano.
Según la televisora Deutsche Welle, los dientes también fueron fácilmente identificables debido a las "prótesis y puentes conspicuos e inusuales" que se sabía que usaba Hitler.
"Los dientes son auténticos, no hay ninguna duda. Nuestro estudio demuestra que Hitler murió en 1945", afirmó el patólogo Charlier en declaraciones a la agencia AFP.
De acuerdo con el especialista, el hallazgo supone el fin de todas las teorías de la conspiración sobre el líder nazi.
"No huyó a Argentina en un submarino, no está en una base oculta en la Antártica o en el lado oscuro de la luna", afirmó.