"Compré accesorios para el pelo, pelucas, sombreros y dejé de acudir a actos públicos porque me daba vergüenza", admite la ex presentadora de televisión y estrella del pop británico de los 80 Cheryl Baker.
Su historia es un ejemplo más de que la calvicie no es solo un problema de hombres.
Cheryl empezó a perder el cabello a los 50 años, cuando empezó su menopausia. Y tras la muerte de su madre el problema fue a peor. "Al principio no te lo acabas de creer. Lloré mucho. Fue algo muy estresante".
Otra presentadora de la televisión británica, Nadia Sawalha, conocida por sus rizos, está pasando por un proceso similar, que hizo público en un video en internet en el que se ve visiblemente disgustada por el problema.
Hace poco empezó a notar una pérdida de pelo sobre la frente, y a los 52 años un médico le acaba de confirmar que tiene "el gen de la calvicie".
Sawalha admite que probablemente a mucha gente su preocupación le parezca "totalmente patética", pero asegura que "el impacto psicológico de la pérdida de cabello es enorme", sobre todo para una mujer.
Tres factores causantes
La alopecia androgenética o androgénica es la causa más frecuente de calvicie en hombres y en mujeres, le dijo a la BBC Iain Sallis, director del Institute of Trichologists, un centro británico de especialistas en el cuidado del cabello y el cuero cabelludo.
Se hereda por parte de uno o de los dos padres y puede desencadenarse por cambios hormonales en cualquier momento después de la pubertad.
La pérdida del cabello suele darse en la "coronilla", y en la parte de delante y de arriba del cuero cabelludo.
El servicio de salud pública de Reino Unido estima que alrededor de la mitad de las mujeres de más de 65 años experimentan alopecia.
Los expertos destacan que hay tres causantes fundamentales de la pérdida del cabello: la edad, los genes y la testosterona.
Hayley Jennings, que fundó una clínica de pérdida de cabello en Yorkshire, Inglaterra, dijo que la mayoría de sus clientes eran mujeres, sobre todo madres, de 30 y 40 años que empezaban a tener alopecia.
"Tengo clientas que sienten que no son atractivas, que sienten vergüenza en momentos en los que deberían estar llenas de confianza en sí mismas", dijo Jennings.
La relación con los cambios hormonales
En el caso de las mujeres los cambios hormonales que se experimentan después de la pubertad, el embarazo o la menopausia pueden desencadenar la calvicie.
Cuando sucede después del embarazo suele ser temporal, según explicó Sallis. Aproximadamente a los tres meses de dar a luz se pierde cabello normalmente por shock, cambios hormonales y anemia. Pero unos meses después todo suele volver a la normalidad, dice el especialista.
En el caso de la alopecia relacionada con la menopausia, la hormona que juega el papel principal en el proceso es la dihidrotestosterona (DHT).
"Después de la menopausia ya no hay suficiente estrógeno en el cuerpo de la mujer para contrarrestar la testosterona", explicó Sallis.
La DHT causa un cambio en los folículos capilares del cuero cabelludo, según información de la Asociación de Dermatólogos de Reino Unido.
El folículo piloso es la parte de la piel que da crecimiento al pelo, sobre la que descansa cada cabello.
Ese cambio que la hormona DHT causa en los folículos hace que el cabello tenga un diámetro menor, sea más cortos y de un color más claro.
Así, hasta que los folículos dejan directamente de producir cabello.
Calvicie extrema: Alopecia Totallis
Catherine Adams, de 67 años, padece desde los 20 Alopecia Totalis, que le afecta a todo el cuerpo.
"Te destroza totalmente la autoestima. Crees que la gente te mira, te sientes como una rara", dijo.
Cuando se quedó embarazada a Catherine le creció algo el pelo, pero después volvió a perderlo.
"Te pierdes cosas. ¡El pelo es tan importante para una mujer!", dijo.
"Yo tenía muchas reticencias para irme de viaje con amigos o hacer ciertas actividades, todavía me pasa hoy en día, por si acaso me veían sin la peluca. Así que aún me siento muy insegura", confiesa casi 50 años de su diagnóstico.
Pero comparado con cuando era joven, Catherine admite que "ahora es más fácil", ya que hay más gente que habla sobre el tema y hay grupos de apoyo.
¿Qué se puede hacer?
La recomendación de Catherine es mantener una actitud positiva.
"Esto se queda contigo para siempre. Yo ya asumí que nunca me va a volver a crecer. Si lo pienso mucho todavía me da rabia, pero tienes que aceptarlo y sobrellevarlo con humor".
Catherine confiesa que "nunca se ha sentido lo suficientemente valiente como para salir sin peluca". Pero destaca como uno de los escasos efectos positivos de haber perdido el cabello que la peluca la hace parecer más joven.
El precio de las pelucas, sintéticas o de pelo natural, varía entre los US$75 y los miles de dólares.
No hay cura para la pérdida genética del cabello, pero hay muchos otros factores que pueden contribuir a la pérdida del pelo y según Sallis, "no hay motivo para que las mujeres sufran en silencio". En algunos países existen grupos de apoyo.
Uno de los tratamientos habituales que se receta para la alopecia androgenética es una loción tópica con minoxidil, en distinta concentración para hombres que para mujeres, que se pone sobre el cuero cabelludo y puede detener la pérdida de cabello y potenciar su crecimiento.