"Este debate es profundamente emotivo para nosotros".

Ginger Fedak es vocera de "En Defensa de los Animales", una de las organizaciones estadounidenses que rechaza con vehemencia propuestas de eutanasia y esterilizaciones que considera "inhumanas".

En el centro de este enfrentamiento están los icónicos caballos salvajes o mustangs que viven en tierras del oeste de Estados Unidos.

A un lado del debate están quienes aseguran que hay que limitar en forma drástica el número de mustangs y burros salvajes, porque sus poblaciones en estados como Utah, Nevada, Oregon y Arizona ya sobrepasaron límites sostenibles.

Por otro están las organizaciones e individuos que cuestionan las cifras oficiales y aseguran que hay métodos compasivos y eficientes de proteger y manejar a las manadas.

Tras la presentación de propuestas legislativas para esterilizar caballos salvajes en forma permanente, la discusión sobre el futuro de estos animales es más relevante que nunca.

Tierras públicas

El manejo de los caballos y burros salvajes es responsabilidad de la Oficina de Administración de Tierras (BLM, por sus siglas en inglés), que depende del Departamento del Interior.

La BLM asegura que actualmente hay más de 70.000 caballos y burros salvajes viviendo en tierras públicas.

Los animales se alimentan en tierras que pueden ser arrendadas a agricultores para pastoreo.

Otros 40.000 animales, aproximadamente, son manejados en corrales y santuarios y la BLM ha señalado que los costos de mantener estas instalaciones y alimentar los animales cautivos sigue escalando.

Una de las opciones que maneja la BLM para reducir el número de caballos salvajes es permitir su adopción, pero el número de animales adoptados fue apenas cercano a 3.500 en 2017, según informes en la prensa estadounidense.

"Eutanasia"

El año pasado el Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes de EE.UU. votó a favor de una propuesta del congresista republicano Chris Stewart, de Utah, que habría permitido la eutanasia y la venta irrestricta de caballos y burros salvajes.

Pero el Senado rechazó la propuesta, que no fue incluida en el Presupuesto de 2018.

El congresista Stewart planteó una nueva propuesta que permitiría la esterilización permanente de animales y que fue aprobada por el Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes.

Pero no está claro si será incluida en la versión final de la ley de Presupuesto de 2019.

"Desastre financiero"

En una columna de opinión publicada en el New York Times el 25 de diciembre del año pasado, el congresista Stewart aseguraba que, según la BLM, "las tierras donde se encuentran los caballos salvajes pueden alimentar solamente a 27.000 animales".

"Este año la BLM estima que había más de 72.000, casi 50.000 demás y todos luchando por sobrevivir".

Stewart afirmaba que "el sobrepastoreo causado por los caballos ha afectado poblaciones de ciervos y alces."

"No solo se trata de un desastre desde el punto de vista del manejo de los animales sino de un desastre financiero", agregó el congresista.

"La BLM también mantiene cerca de 45.000 caballos en corrales y santuarios, y a lo largo de su vida esos caballos les costarán a los contribuyentes cerca de US$1.000 millones, de acuerdo a la BLM".

Para Stewart, "esos mil millones de dólares podrían ser gastados en defensa, educación, entrenamiento para el trabajo y otras causas valiosas".

Acusaciones

Ginger Fedak asegura que "el peligro para los caballos y burros salvajes ha llegado a un nivel desesperado bajo la administración Trump".

Organizaciones de defensa de los animales acusaron tanto a legisladores como al gobierno de ceder a la presión de grupos de interés como los propietarios de grandes extensiones ganaderas que quieren arrendar más tierra pública a bajo costo.

En mayo de este año, la BLM emitió un memorando interno con un cambio significativo. Hasta ahora solo se permitía la venta de cuatro caballos por persona en un período de seis meses.

El memorando permite ahora la venta de 24 caballos por persona por día, sin un límite claro de días.

En Defensa de los Animales y otros grupos como la Campaña por los Caballos Salvajes de Estados Unidos, temen que la nueva regla abra la puerta al lucrativo negocio de comprar animales para venderlos a mataderos en México.

"La nueva regla hace posible en principio que una persona compre 4.392 caballos en seis meses. Estamos hablando de grandes sumas de dinero para el negocio de los mataderos".

Vacuna

Fedak dijo a BBC Mundo que hay soluciones más benignas para el manejo de las manadas salvajes.

Y esas soluciones no incluyen la esterilización permanente de yeguas planteada por Stewart, que utiliza métodos similares a los empleados con el ganado y que según Fedak es "inhumana, especialmente el uso del procedimiento propuesto, la ovariectomia por colpotomía".

"Este procedimiento causó la muerte de animales cuando se hizo en el pasado, es peligroso y doloroso y ni siquiera se recomienda para los caballos domésticos", agregó la vocera.

Fedak asegura que hay una alternativa más compasiva, una vacuna de control de la fertilidad usada en equinos que se llama PZP, que no causa esterilidad permanente y puede administrarse a distancia con dardos.

En Defensa de los Animales y otros grupos también proponen, entre otras medidas, que se ajuste el pastoreo del ganado en tierras públicas para "acomodar la actual población de caballos y burros salvajes".

La organización recuerda que la ley sobre deambulación de mustangs y burros salvajes, aprobada en 1971, ordenó la protección de esos animales "en las tierras donde se encuentran en el presente".

"Nativos"

Quienes proponer reducir drásticamente el número de mustangs aseguran que estos animales no son nativos de Estados Unidos, sino descendientes de caballos usados por ganaderos, regimientos de caballería y hasta exploradores españoles.

Fedak no concuerda. "Los caballos se originaron en Norteamérica hace 50 millones de años. No estuvieron en ningún otro sitio durante millones de años hasta que los caballos modernos cruzaron el estrecho de Bering hacia Eurasia hace unos tres millones de años".

"Por razones no conocidas en cierto momento probablemente se extinguieron en Norteamérica, pero eso ocurrió solo entre 7.600 y 11.000 años atrás".

"No creemos que el número de caballos salvajes sea un problema, porque hay soluciones viables para estos animales que tienen todo el derecho de estar aquí como una especie nativa".

"Nos han dado mucho"

Fedak asegura que no debemos olvidar que "los caballos y burros son criaturas con emociones".

"Los caballos domésticos se conectan emocionalmente con los seres humanos y las terapias equinas son usadas para ayudar a personas con discapacidades".

Y estas mismas cualidades pueden verse en los mustangs y burros salvajes, según la vocera.

"Para nosotros éste es un debate muy emotivo porque estos animales nos han dado mucho a lo largo de siglos".

"Y deben ser tratados con el respeto y el cuidado que se merecen".


 

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