Al igual que los pavos reales macho usan colas vistosas para atraer a las hembras, las ranas túngara de Panamá hacen lo mismo con sus cantos.

Los machos de esta especie de anfibio pueden agregar sonidos adicionales para hacer sus llamadas más complejas y atractivas.

Pero hay una gran diferencia entre las ranas de las ciudades y las que viven en bosques.

Investigadores del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, STRI por sus siglas en inglés, descubrieron que los cantos de las ranas macho urbanas no sólo son más elaborados, sino que resultan mucho más seductores para las hembras.

Bosque vs ciudad

La investigación fue liderada por Wouter Halfwerk, profesor de la Universidad de Vrije en Amsterdam y científico visitante en el STRI de Panamá, institución dependiente del Smithsonian en Estados Unidos.

La idea del estudio surgió cuando el científico visitó el Parque Nacional del Darién.

"Fui al Darién en un viaje de exploración y vi cuan diferente era el comportamiento de las ranas túngara allí en comparación con el de las ranas de la ciudad de Gamboa, cerca del canal de Panamá", relató Halfwerk a BBC Mundo.

"Sus llamadas eran mucho más suaves y menos elaboradas. En base a esas observaciones planeé un estudio en 22 localizaciones, 11 urbanas y 11 forestales", agregó el científico, quien estudiaba hace tiempo esta especie.

A través de cámaras de control remoto con sensores infrarrojos, los investigadores vigilaron y anotaron el número de hembras que se acercaban a grabaciones de diferentes cantos de ranas túngara machos, así como la cantidad de depredadores y parásitos.

Cantos más seductores

Halfwerk explicó a BBC Mundo en qué consistieron sus experimentos.

"Primero observamos el comportamiento y los cantos de las ranas urbanas en comparación con las ranas de bosque. Nuestras observaciones revelaron que los cantos de las ranas de ciudad son más complejos y frecuentes que los de ranas forestales", señaló el científico.

"Luego hicimos grabaciones de 10 cantos urbanos y 10 cantos forestales en un experimento en que permitimos a hembras urbanas y de bosque escoger entre amabas llamadas".

"Encontramos que 30 de 40 hembras prefirió acercarse a los parlantes que reproducían cantos urbanos, un indicio claro de que esas llamadas les resultaban más atractivas".

"Sabemos que las hembras prefieren cantos más elaborados".

Depredadores

¿Cómo se explica que los cantos de los machos urbanos sean más complejos?

"En las áreas urbanas menos hembras se acercaron a los parlantes, pero la densidad de machos era la misma que en el bosque", señaló Halfwerk a BBC Mundo.

"Esto significa que un macho urbano debe competir más para atraer hembras, y lo hace aumentando la complejidad de sus cantos".

Las ranas de bosque también tienen la capacidad de agregar sonidos a sus llamadas. Pero no lo hacen debido a la mayor presencia de depredadores como murciélagos o moscas parásitas, que se sirven de esos cantos de amor de las ranas para localizarlas.

"En la ciudad no encontramos murciélagos y hay menos parásitos, por lo que aumentar la complejidad de los cantos no tiene un costo".

Adaptación

Los investigadores comprobaron también que cuando los machos urbanos se trasladan al bosque, simplifican de inmediato sus llamadas.

Pero no ocurre lo mismo con los machos de los bosques en la ciudad, ya que no hacen llamadas más complejas de inmediato.

"Al igual que nosotros cambiamos nuestras relaciones sociales en las ciudades, los animales están modificando sus relaciones y comportamiento en las comunidades biológicas radicalmente alteradas que estamos creando en todo el mundo", concluyó Rachel Page, científica del STRI y coautora del estudio publicado en la revista Nature Ecology and Evolution.

Numerosos estudios han documentado el impacto negativo de la expansión de las ciudades, por ejemplo, en aves migratorias confundidas por luces urbanas.

Pero las ranas túngara demuestran que algunas especies pueden adaptarse, según Halfwerk.

"En el caso de las ciudades, la contaminación lumínica afecta a los murciélagos y mosquitos y reduce su número. Las ranas parecen beneficiarse de esa ausencia."


 

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