Una canción de protesta contra la guerra de Ucrania.

Ese ha sido el motivo por el cual la banda Pink Floyd se reencontró para grabar su primer material nuevo en 28 años.

La canción Hey Hey, Rise Up! ("¡Oye, oye, levántate!")reúne a David Gilmour y Nick Mason junto al bajista Guy Pratt y Nitin Sawhney en los teclados.

La nueva obra se basa en un escalofriante estribillo del cantante ucraniano Andriy Khlyvnyuk, de la banda Boombox.

Gilmour dice que la canción es una expresión de "ira contra una superpotencia que invade una nación pacífica".

Pero también tiene la intención de levantar la moral del pueblo de Ucrania y hacer un llamado "a la paz".

Roger Waters no participó en la nueva grabación. Dejó la banda en 1985 y desde entonces solo ha actuado ocasionalmente con ellos.

"Una hermosa canción"

El trabajo en la canción comenzó hace un par de semanas, cuando Gilmour vio las publicaciones de Instagram de Khlyvnyuk.

El cantante ucraniano había publicado imágenes de sí mismo en la plaza Sofiyskaya de Kiev, completamente armado y listo para luchar contra la invasión rusa.

Frente a la cámara, Khlyvnyuk cantó la canción The Red Viburnum In The Meadow, cuya letra de protesta fue escrita durante la Primera Guerra Mundial. Los versos se han convertido en un grito de guerra en Ucrania durante las últimas seis semanas.

"Me di cuenta de que, como es a capella, uno podría convertir esto en una hermosa canción", le dijo Gilmour a la BBC.

Gilmour se comunicó con Khlyvnyuk para pedirle permiso.

"Hablé con él, de hecho estaba en una cama de hospital, porque tenía una herida leve de un mortero", relató el músico.

"Le puse un poco de la canción en la línea telefónica y me dio su bendición".

Un girasol

La canción fue lanzada a la medianoche de este viernes y las ganancias se destinaron a ayuda humanitaria.

El tema tiene un significado especial para Gilmour, ya que su nuera es la artista ucraniana Janina Pedan.

Ella inspiró el sencillo, que está ilustrado con la flor nacional de Ucrania, elgirasol.

"Mi nuera nos contó la historia de una mujer al comienzo de este conflicto, que les dio semillas de girasol a los soldados rusos y dijo que esperaba que brotaran girasoles donde murieran".

Gilmour dijo que le parecía "irritante" la "impotencia de Occidente" frente a la agresión rusa, pero agregó que apoya las sanciones en curso contra el país.

"Es una pena que las personas que más sufren sean las personas comunes de Rusia, pero así es como funcionan las sanciones. Ayudan a crear un descontento en ese país que, con suerte, en algún momento generará algún tipo de cambio de régimen".

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