Ayer recibí una carta de mi tío Alfonso en la que me incluía la nueva carta de vinos de su restaurante.
¿Notas algo repetitivo en esta oración?
¡Exacto! Se repite una palabra: carta.
Pero, curiosamente y como te habrás dado cuenta, carta no significa lo mismo en sus dos apariciones.
Eso es porque esa palabra, al igual que muchas otras en el idioma español, tiene la característica de ser polisémica.
¿Qué es la polisemia?
La polisemia es la pluralidad de significados de una expresión lingüística, define el Diccionario de la Real Academia Española (RAE).
Es decir que las palabras polisémicas son aquellas que tienen más de un significado.
En el ejemplo anterior, "carta" significa papel escrito que una persona envía a otra para comunicarse y también quiere decir la lista de platos y bebidas que se pueden elegir en un restaurante.
Existen palabras con muchos significados, como por ejemplo el verbo "pasar" que cuenta con 64 acepciones (como se los llama a los significados) en el diccionario de la RAE.
Pero la polisemia no solo se trata de la mera curiosidad de multiplicidad de connotaciones sino que convierte al lenguaje en más eficiente.
Así lo sostiene una investigación realizada por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en 2012.
Las palabras con varios significados otorgan a las conversaciones una mayor rapidez y una mejor comprensión sonora, según el estudio.
Contario a las teorías que aseguran que la ambigüedad semántica de una palabra genera problemas en la comunicación, el profesor de ciencia cognitiva Ted Gibson sostuvo que "una vez que entendemos que el contexto elimina la ambigüedad, ya no es un problema, es algo que se puede aprovechar porque se pueden reutilizar palabras fáciles en varios contextos una y otra vez", publicó el MIT en su sitio web.
Los investigadores analizaron vocabulario en inglés, alemán y holandés, y descubrieron que las palabras polisémicas tienden a poseer determinadas características: tienen pocas sílabas, son fáciles de pronunciar y su frecuencia en las conversaciones es alta.
Estas características demuestran, según el estudio, que la polisemia mejora la eficiencia de la comunicación, ya que se recurre a estas palabras porque son más fáciles para los sistemas de procesamiento del lenguaje e implican un menor esfuerzo cognitivo.
Polisémicas vs homónimas
Existe otra categoría de palabras dentro del idioma español que muchas veces trae confusión con las polisémicas.
Nos referimos a las palabras homónimas.
Son aquellas que se pronuncian igual pero su origen y significado es muy distante.
Por ejemplo "barro", que significa lodo y "barro" que quiere decir grano de la cara, ejemplifica la RAE en una de sus respuestas a las consultas en Twitter.
https://twitter.com/RAEinforma/status/1069537950139064320
Claro que no es fácil diferenciar unas de otras.
La principal diferencia está en su origen.
"Las polisémicas tienen un origen común mientras que las homónimas no", explica la lingüista Yliana Rodríguez.
Un ejemplo de polisemia es la palabra "taco", que significa pieza del zapato y también tortilla de maíz (entre muchas más acepciones).
"En las homónimas, tenemos una misma forma con más de un significado pero no son técnicamente la misma palabra en términos históricos sino que son palabras con un origen distinto que terminaron coincidiendo en su forma sonora (son homófonos) y a veces también en su grafía (son homógrafos)", le dice a BBC Mundo, la profesora adjunta de la Facultad de Humanidades de la Universidad de la República, Uruguay.
Por ejemplo: "vaya, baya y valla" son homófonos. La primera es el verbo "ir" conjugado en primera o tercera persona de subjuntivo; la segunda es un fruto, y la tercera una cerca o un obstáculo, o también puede ser el verbo "vallar" en tercera persona.
"Este trío de palabras son homónimas pero no homógrafas", afirma Rodríguez.
¿Cuál es la mejor forma de diferenciarlas?
Lo más sencillo es ver cómo están clasificadas en el diccionario, recomienda la lingüista.
En el caso de las palabras polisémicas, los múltiples significados estarán en la misma entrada, mientras que en las homónimas, cada significado tendrá una entrada diferente en el diccionario.
"Los homónimos son probablemente una de las dudas más comunes. Son el tipo de palabras que más se suelen confundir al momento de escribirlas", añade Rodríguez.
"Es muy común ver que alguien escriba palabras que van con "v" con "b" (porque suenan igual), o las que llevan "h" sin ella", dice.
"Este tipo de errores en la escritura se deben a que las palabras suenan igual. No es tarea fácil distinguirlas, sobre todo en las etapas en las que se adquiere la escritura", advierte la especialista.
Otra forma de diferenciar a las palabras polisémicas de las homónimas es por su categoría gramatical, dice Carlos Arrizabalaga, profesor de lingüística de la Universidad de Piura, Perú.
Por ejemplo: "vino", del verbo venir, o "vino" de la bebida. En esta caso estas palabras son homónimas. "Aquí reconocemos que uno es verbo y el otro es sustantivo", añade.
Pero demos una pausa a las definiciones y pongamos las palabras en práctica.
En BBC Mundo te proponemos que pongas a prueba tu conocimiento de palabras polisémicas y tal vez descubras que las utilizas frecuentemente sin que te hayas dado cuenta.
Si no puedes ver este quiz puedes hacer clic aquí.
Aquí te compartimos más por si te quedaste con ganas.
Este artículo es parte de la versión digital del Hay Festival Querétaro, un encuentro de escritores y pensadores que se realiza en esa ciudad mexicana entre el 5 de septiembre y el 8 de septiembre de 2019.