Sidney Poitier murió este viernes a los 94 años, anunció el ministro de Relaciones Exteriores de Bahamas, donde residía.

Poitier fue el primer intérprete negro en ganar el Oscar a Mejor Actor y siempre fue consciente de ser el abanderado de una mayor integración racial.

Pero a menudo sentía que se había convertido en una especie de símbolo racial, y esto le negaba la oportunidad de asumir roles más variados.

Esto subrayó el dilema que enfrentó un hombre que derribó muchas de las barreras raciales de Hollywood.

Poitier nació el 20 de febrero de 1927 en Miami, Florida.

Sus padres eran agricultores de las Bahamas que habían viajado a Estados Unidos para vender tomates. Su nacimiento prematuro significó que obtuvo la ciudadanía estadounidense y también bahameña.

Los familiares creían que la familia de su padre tenía orígenes haitianos y que sus antepasados eran esclavos fugitivos.

Se crió en la isla Cat en Bahamas antes de que la familia se mudara a la capital, Nassau.

A los 15 años se fue a vivir con su hermano a Miami antes de mudarse a Nueva York, donde trabajó como lavaplatos.

Fue en Estados Unidos donde experimentó el racismo por primera vez.

"Vivía en un país donde no podía conseguir trabajo, excepto los que estaban apartados por mi color o mi casta".

Después de un período en el Ejército de EE.UU. se unió al American Negro Theatre, que se había establecido como un proyecto comunitario en Harlem en 1940.

Desafortunadamente, Poitier era sordo y no podía cantar, algo que el público sintió que era un requisito previo para los actores negros en ese momento.

En su lugar, decidió que su futuro estaba como actor de teatro serio y le ofrecieron un papel principal en la comedia "Lisístrata", de Aristófanes, en 1946.

Era un signo de esos tiempos que la producción solo incluyera actores negros.

En 1949 tomó la difícil decisión de alejarse del teatro y dedicarse al cine.

Fue una decisión acertada. Su actuación en la película de 1950 No Way Out ("El odio es ciego" en Latinoamérica, "Un rayo de luz" en España), en la que interpretó a un médico recién titulado enfrentado a un paciente racista, llamó la atención de los estudios.

Su gran avance se produjo en The Blackboard Jungle ("Semilla de maldad") en 1955, en el papel de un alumno perturbador en una escuela del centro de la ciudad.

La película fue inmensamente popular, sobre todo porque fue una de las primeras en tener una banda sonora con rock and roll, incluido el clásico Rock Around the Clock de Bill Haley.

Fraternidad

The Defiant Ones ("Fuga en cadenas" en Latinoamérica, "Fugitivos" en España), en 1958, vio a Poitier nominado a mejor actor en los Premios de la Academia, y ganó un Bafta por la misma película.

Cinco años más tarde recibió un Oscar por Lilies of the Field ("Una voz en las sombras" en Latinoamérica, "Los lirios del valle" en España) y se convirtió en la primera persona negra en ganar el premio al Mejor Actor.

Con el creciente movimiento de derechos civiles en Estados Unidos, era inevitable que Poitier se viera alabado como un ejemplo de logros de la comunidad negra. Y fue un rol que aceptó con gusto.

"Era un actor bastante bueno y creía en la hermandad. Odiaba el racismo y la segregación. Y era un símbolo en contra de esas cosas".

Sin embargo, le preocupaba que su Oscar pudiera haber sido indicativo de la necesidad de Hollywood de un actor negro simbólico, en lugar de algo que logró por mérito.

Luego, el año 1967 lo vio en su apogeo comercial con tres películas, lo que lo convirtió en la estrella más rentable de Hollywood ese año.

Interpretó a un profesor recién titulado en una dura escuela de Londres en To Sir, With Love ("Al maestro, con cariño" en América Latina, "Rebelión en las aulas" en España), basada en la novela autobiográfica de E. R. Braithwaite.

Varado

La experiencia de su personaje de ser un inmigrante en Londres reflejó la de muchos antillanos que llegaron a Gran Bretaña durante las décadas de 1950 y 1960.

"Actuar no es un juego de 'fingir'", dijo una vez. "Es un ejercicio de ser real".

Poitier fue nominado a los premios Bafta y los Globlos de Oro por la película de Norman Jewison In the Heat of the Night ("Al calor de la noche").

 

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