En un hecho que causó gran sorpresa, el rey de Malasia, el sultán Mohamed V, abdicó de forma inesperada.
Ningún monarca en la historia de ese país había dejado el trono desde que Malasia se independizó del Reino Unido hace más de 60 años.
El Palacio Nacional no dio una razón para la renuncia, pero dijo que entraría en vigencia de inmediato.
El anuncio se produjo en medio de intensas especulaciones sobre la vida privada de Mohamed V, luego de que trascendieran informes de que el ahora exmonarca se había casado con una reina de belleza rusa.
El entonces sultán, de 49 años, pidió licencia médica en noviembre, y a finales de ese mes aparecieron fotografías que mostraban que se había casado con la ex Miss Moscú Oksana Voevodina, de 25 años, en la capital rusa.
Sin embargo ni el palacio ni el gobierno malasio confirmaron si el matrimonio se llevó a cabo, ni comentaron sobre los rumores. Tampoco dieron detalles sobre la salud de Mohamed V.
"Su majestad le dice al pueblo de Malasia que continúe unido para mantener la unidad, la tolerancia y trabajar juntos", señaló la casa real a través de un comunicado.
Agregó que el monarca, que había ascendido al trono en diciembre de 2016, estaba "listo para regresar a su casa en el estado de Kelantan".
Rey interino
Perak Sultan Nazrin Muizzuddin Shah, quien fue rey en funciones mientras Mohamed V estaba de baja médica, continuará en ese puesto hasta que el Consejo de Gobernadores seleccione un nuevo monarca, informó el diario Straits Times.
Mohamed V, quien solo tenía 47 años cuando se convirtió en rey, se ganó una reputación por sus pasatiempos joviales.
Al exmonarca le gusta practicar deportes extremos.
Monarquía rotativa
Malasia es el único país del mundo que tiene una monarquía rotativa.
El puesto más alto se pasa entre nueve gobernantes estatales hereditarios, con una rotación que ocurre una vez cada cinco años.
Pero el puesto es principalmente ceremonial, ya que el poder está en manos del Parlamento y el primer ministro.
A pesar de esto, al papel se le otorga un considerable prestigio, particularmente entre la mayoría musulmana malaya del país, que considera al rey como el defensor de la tradición malaya e islámica.
Las críticas que pudieran incitar el desprecio del rey pueden ser penadas con prisión.
El primer ministro malasio Mahathir Mohamad, quien retomó el cargo tras una impactante victoria electoral en mayo pasado, tuvo una relación tensa con los sultanes durante sus gobiernos anteriores, cuando intentó limitar su autoridad, informa el corresponsal de la BBC Jonathan Head.
La semana pasada, advirtió que todos los malayos deben estar sujetos a la ley, independientemente de su status, agrega Head.