Para adelgazar, el consejo general es que, entre otras cosas, hay que consumir menos calorías. Y no son pocos los que insisten en que nunca deben saltarse las comidas.
Ese es al menos mantra de una buena parte de médicos, dietistas, endocrinólogos y profesionales del mundo de la nutrición: las ingestas deben ser menores en tamaño, pero más numerosas.
También dicen que, de todas las comidas, el desayuno "es la más importante del día".
Existe incluso un refrán popular que avala esta afirmación: "Desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo".
¿Pero y si esto no fuera realmente lo mejor cuando uno quiere bajar de peso?
Un grupo de científicos de la Universidad de Monash, en Australia, publicó un estudio en la revista British Medical Journal que cuestiona la recomendación de que tomar un buen desayuno ayude a bajar de peso o que el saltártelo te haga subir.
Y es más, aseguran que la gente que se salta el desayuno consigue adelgazar ligeramente más que aquella que mantiene la primera comida del día.
Una cuestión de calorías
Para tales conclusiones, el equipo de la universidad australiana analizó hasta 13 estudios sobre los efectos que la ingesta del desayuno tiene en nuestro peso.
En su análisis, encontraron que, por regla general, la mayoría de los participantes que mantuvieron el desayuno consumían al día hasta 260 calorías más que quienes no.
Otra conclusión fue que, de media, las personas que desayunaban pesaban cerca de medio kilo más que quienes lo habían suprimido de su dieta en el momento de acabar con el estudio (que duraban, de media, unas siete semanas).
Entonces, ¿debemos saltarnos el desayuno?
Pues no hay una respuesta única. El equipo responsable del estudio cree que debe investigarse más y por periodos más largos, ya que los incluidos en su análisis no excedían las 16 semanas.
También aseguran que aunque no hay pruebas suficientemente firmes de que tomar el desayuno ayude en la pérdida de peso, como tampoco las hay de que saltártelo te haga ganarlo.
La creencia general es que quienes se saltan el desayuno sienten más hambre durante el resto del día y por ello acaban comiendo más después, pero los investigadores australianos aseguran que su análisis no sostiene tal afirmación.
La doctora Dana Hunnes, dietista en el centro médico Ronald Reagan de la Universidad UCLA de Los Ángeles, valoró el estudio, en el que no tuvo ninguna participación, asegurando que no parecía haber pruebas demasiado concluyentes hacia ninguna de las opciones.
Pero recomendó, en conversación con el sitio Live Science, que la gente no cambie sus hábitos.
Así si eres de las que toma el desayuno, no empieces a suprimirlo; pero si eres de aquellas que te lo saltas, no te fuerces a tomarlo, aconseja la experta.