¿Eres curioso, meticuloso y competitivo? ¿Tienes también cualidades más misteriosas como "alta capacidad de adaptación", "aceptación de la ambigüedad y de "tolerancia al riesgo"?

Si es así, ¡felicidades! De acuerdo con una nueva investigación en psicología, esas seis características conforman una personalidad de "alto potencial" que te llevarán lejos en la vida.

La verdad, por supuesto, tiene algunos matices más. Resulta que esas mismas características, en exceso, pueden dificultar tu desempeño y, por tanto, el verdadero secreto del éxito puede residir en saber exactamente dónde caes dentro de cada espectro y cómo sacar el mayor provecho a tus fortalezas y gestionar tus debilidades.

Este nuevo enfoque promete ser un paso importante en los esfuerzos por entender la forma compleja como nuestra personalidad afecta nuestra vida laboral.

En el pasado, los intentos de captar nuestra personalidad en el trabajo han tenido resultados cuestionables.

Partiendo de la idea de que los avances recientes en psicología podían rendir mejores frutos, los psicólogos Ian MacRae y Adrian Furham, investigadores del University College de Londres, han logrado identificar seis rasgos que se vinculan de forma consistente con el éxito laboral y que ellos ahora han combinado en el Inventario de Rasgos de Alto Potencial (HPTI, por sus siglas en inglés).

MacRae señala que cada rasgo puede tener también sus inconvenientes y excesos, lo que quiere decir que existe un valor óptimo para cada uno.

Destaca que la importancia relativa de cada rasgo viene determinada por el tipo de trabajo que la persona hace, por lo que la medida óptima debe adaptarse a esas condiciones particulares.

Tomando esto en cuenta, BBC Mundo te cuenta cuáles son esas seis características de tu personalidad que te pueden llevar al éxito laboral.

1.- Meticulosidad

La gente meticulosa se asegura de cumplir sus planes al pie de la letra.

Son buenos a la hora de controlar sus impulsos y en recordar la sabiduría de sus decisiones para el largo plazo. Después del coeficiente intelectual, este rasgo es considerado uno de los mejores indicadores de los resultados que la persona alcanzará en su vida como, por ejemplo, el éxito en los estudios.

En el ambiente laboral, la atención a los detalles es esencial para una buena planificación estratégica pero en exceso puede convertirte en alguien demasiado rígido e inflexible.

2.- Capacidad de adaptación

Todo el mundo se enfrenta a situaciones que generan ansiedad pero quienes tienen gran capacidad de adaptación pueden trabajar con más facilidad bajo presión, sin permitir que esto afecte negativamente su comportamiento y decisiones.

Las personas que no tienen una buena dosis de este rasgo parecen tener un desempeño pobre en el trabajo pero sus efectos pueden mitigarse con una mentalidad apropiada.

Varios estudios indican que ser capaces de reenfocar una situación estresante como una fuente potencial de crecimiento más que como una amenaza a nuestro bienestar puede ayudar a las personas a recuperarse de estas experiencias de una forma más rápida y productiva.

3.- Aceptación de la ambigüedad

¿Eres de las personas que prefieren que sus tareas sean predecibles y están bien definidas o disfrutas de lo desconocido?

La gente con alta tolerancia a la incertidumbre puede incorporar muchos puntos de vista antes de tomar una decisión, lo que quiere decir que son menos dogmáticas y tienen opiniones más matizadas.

"La poca tolerancia a la ambigüedad puede considerarse como un tipo de característica dictatorial. Ellos intentan sintetizar mensajes complejos en un único punto, lo que puede ser un rasgo típico del liderazgo destructivo", dice MacRae

Alguien que puede aceptar la ambigüedad tendrá facilidad para reaccionar a los cambios, como un escenario económico cambiante o la aparición de nuevas tecnologías, y hacer frente a problemas complejos.

Una baja capacidad para aceptar la ambigüedad no siempre es algo negativo. En algunos asuntos, como los relacionados con las leyes y regulaciones, puede ser mejor usar un enfoque ordenado que permita resolver todos los detalles en el proceso.

4.- Curiosidad

Comparado con otros rasgos mentales, de alguna manera la curiosidad ha recibido poca atención por parte de los psicólogos.

Sin embargo, investigaciones recientes señalan que un interés inherente en nuevas ideas trae muchas ventajas al lugar de trabajo: puede significar que eres más creativo y flexible en los procedimientos que usas, te ayuda a aprender con más facilidad y aumenta tu satisfacción general con el trabajo.

Un exceso de curiosidad, sin embargo, también puede llevarte a tener una "mente de mariposa", volando de un proyecto a otro sin terminar de ejecutarlos.

5.- Tolerancia al riesgo

¿Evitarías una confrontación potencialmente desagradable o prefieres ir adelante ante ella sabiendo que el malestar en el corto plazo resolverá la situación y traerá beneficios a largo plazo?

La capacidad para hacer frente a situaciones difíciles es crítica para los puestos gerenciales donde necesitas tomar decisiones para favorecer el bien general, incluso cuando tienes que hacer frente a una fuerte oposición.

6.- Competitividad

Hay una frontera fina entre luchar para lograr el éxito personal y entrar en una situación poco saludable de celos por el avance de otros.

En su mejor faceta, la competitividad puede ser una potente motivación que te lleva a hacer el esfuerzo adicional necesario para alcanzar una meta. Su peor cara, sin embargo, puede llevar a la ruptura del equipo de trabajo.

Juntos, estos seis rasgos contienen la mayor parte de lo que hasta ahora se sabe sobre los muchos atributos que influencian el desempeño laboral, en especial para aquellos que tienen su mirada puesta en posiciones de liderazgo.

Casi todas las personas caerán fuera del rango óptimo de algunos de estos rasgos pero eso no tiene por qué ser un problema si tenemos compañeros de trabajo que puedan refrenarnos.

MacRae ya ha validado el HTPI en varios sectores, haciendo seguimiento al desempeño de directivos de empresas multinacionales durante varios años.

Aunque la investigación sigue en desarrollo, un artículo académico publicado el año pasado demostró que estos rasgos pueden predecir medidas subjetivas y objetivas de éxito.

En un análisis, las respuestas de los participantes explicaban en torno a 25% de la variación de los ingresos de los participantes.

En ese estudio, la competitividad y la aceptación de la ambigüedad resultaron ser los indicadores más fuertes del ingreso económico que cada persona recibía, mientras que la meticulosidad parecía ser el rasgo que mejor permitía predecir los niveles de satisfacción subjetiva.

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