China ha publicado las primeras imágenes después de que Zhurong, su robot explorador, aterrizara en Marte.

La vista frontal muestra el paisaje por delante del robot mientras se sitúa sobre su plataforma de aterrizaje.

La imagen que mira hacia atrás revela los paneles solares de Zhurong.

Este robot explorador aterrizó en el planeta rojo el pasado domingo temprano según el horario local de Pekín.

China se convirtió así en el segundo país, tras Estados Unidos, en poner con éxito un robot en la superficie de Marte y utilizarlo durante un tiempo significativo.

Los científicos chinos esperan obtener al menos 90 días marcianos de servicio del robot de seis ruedas en su ubicación en Utopia Planitia, un vasto terreno en el hemisferio norte del planeta.

La Administración Espacial Nacional China (CNSA por sus siglas en inglés) publicó estas fotos en su página web.

Incluso hay un par de videos cortos sobre el momento en que el aeroshell del robot, la cápsula que usó para ingresar a la atmósfera marciana, sale del orbitador Tianwen-1, el satélite que transportó al robot desde la Tierra.

Aterrizaje exitoso

Las imágenes de la superficie indican que las implementaciones de hardware críticas después del aterrizaje se completaron sin dificultades.

Estas maniobras incluyeron el despliegue de los paneles solares para proporcionar energía al robot; el lanzamiento de la antena para comunicarse con Tianwen-1, y en adelante con los controladores en China; y la extensión de la rampa por la que pronto rodará Zhurong para comenzar su misión móvil.

Zhurong se parece mucho a los vehículos Spirit y Opportunity de la agencia espacial estadounidense (NASA) de la década de 2000.

Pesa unos 240 kg. Un mástil alto lleva cámaras para tomar fotografías y ayudar a la navegación; cinco instrumentos adicionales investigarán la mineralogía de las rocas locales y la naturaleza general del medio ambiente, incluido el clima.

Al igual que los exploradores estadounidenses actuales (Curiosity y Perseverance), Zhurong tiene una herramienta láser para penetrar rocas y evaluar su química.

También tiene un radar para buscar hielo de agua debajo de la superficie, una capacidad que sus primos estadounidenses no comparten.

Utopia Planitia es la zona donde la NASA aterrizó su misión Viking-2 en 1976.

Es una cuenca colosal, de más de 3.000 km de diámetro, que se formó por un impacto a principios de la historia de Marte.

Algunas evidencias apuntan a que sostuvo un océano hace mucho tiempo.

La teledetección por satélites indica que hay importantes reservas de hielo en profundidad.

Estados Unidos aterrizó en febrero el robot Perseverance, mucho más grande (una tonelada).

Europa, que ha fracasado dos veces con intentos de aterrizaje, enviará un robot llamado Rosalind Franklin a Marte el próximo año, un proyecto junto a Rusia.

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