La sonda espacial Cassini, de la NASA, envió el jueves las imágenes más cercanas de Saturno hasta la fecha, después de haber sobrevivido la primera inmersión dentro del sistema de anillos del planeta.

La inmersión es la primera de 22 que hará Cassini hasta el 15 de septiembre, cuando se destruirá al chocar contra la atmósfera de Saturno.

Estas maniobras están diseñadas para recabar imágenes de muchísima calidad.

A su máxima resolución, las instantáneas de los anillos pueden registrar detalles de un tamaño de hasta 150 metros.

Cada inmersión es una empresa peligrosa. Esto se debe en parte a la asombrosa velocidad a la que se mueve Cassini: 110.000 km por hora.

A esta velocidad, cualquier impacto -aunque sea provocado por una pequeña partícula de roca o hielo- puede provocar daños enormes.

Para evitarlo, la gigantesca antena en forma de plato de la nave está ubicada en el frente, para actuar a modo de escudo protector.

Esto significa que cada vez que se lanza hacia los anillos de Saturno, la sonda pierde comunicación con la Tierra.

"Ninguna nave ha estado antes tan cerca de Saturno", explicó Earl Maize, director del programa Cassini de la NASA.

"Sólo podemos confiar en predicciones, basándonos en nuestra experiencia de los otros anillos de Saturno, de lo que pensamos sobre cómo será este espacio".

En la foto de arriba, enviada por Cassini antes de la inmersión, el puntito que vemos a lo lejos es la Tierra.

Los anillos de Saturno están compuestos de polvo, piedras y rocas, que son probablemente desechos que quedaron después de la formación del planeta hace 4.000 millones de años.

La próxima inmersión tendrá lugar el martes.

La misión Cassini llega a su fin después de 13 años, debido a que la nave se está quedando sin combustible.

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