M-44 es la denominación de unos dispositivos que Estados Unidos usa desde hace décadas para matar animales salvajes "por razones de protección".

Se trata de cápsulas adheridas a algún cebo que expulsan cierta cantidad polvo de cianuro de sodio que resulta letal para coyotes, zorros o perros salvajes que llegan a morderlas.

Y por eso han sido bautizadas como "bombas de cianuro".

El gobierno estadounidense defiende su uso pese a que se realizaron cientos de miles de peticiones de que sean suspendidas debido a los peligros que conllevan.

Uno de los principales argumentos que esgrime el Departamento de Agricultura de ese país (USDA, por su sigla en inglés) es que las especies mencionadas deben ser controladas dado que son una amenaza para el ganado, aves de corral y otros animales declarados en peligro de extinción.

Mientras que defensores de la vida silvestre consultados por BBC Mundo sostienen que no son imprescindibles para esas tareas y que representan un peligro incluso para las personas.

Las "bombas"

Según la descripción hecha por el USDA, una vez que se activa uno de estos dispositivos, el polvo puede ingresar en el organismo del animal por la boca, nariz e incluso los ojos.

En un reporte realizado por la entidad presentado en 2019 se calcula que anualmente las "bombas" matan alrededor de 14.000 "objetivos".

Se los ha utilizado en al menos 17 estados de EE.UU.

"Representa una herramienta altamente efectiva en el manejo de daños de la vida silvestre", añade el informe.

El documento reivindicando el M-44 fue elaborado debido a que la estatal Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) accedió a reevaluar si su uso era seguro.

Finalmente, a finales del año pasado, se decidió permitir que se sigan utilizando las "bombas de cianuro".

La EPA admitió que durante el proceso de evaluación fueron recibidas alrededor de 200.000 cartas en las que se pedía que se suspenda la utilización de estos dispositivos.

En cambio grupos de ganaderos y consorcios de agricultura fueron los que defendieron que se mantenga el uso.

Se establecieron nuevas restricciones de uso como que ninguna "bomba" puede colocarse a menos de 100 metros de una vía pública o carretera y que debe haber señalización con advertencias a distancia prudente de donde fueron plantadas.

Los motivos del rechazo

Collette Adkins, directora del programa de conservación de animales del Centro de Diversidad Biológica, señala a BBC Mundo que el uso de las "bombas de cianuro" es indiscriminado en Estados Unidos y eso representa un peligro grande porque se las puede encontrar en cualquier campo abierto.

"Cualquier persona, especie o mascota puede ser alcanzada por estos dispositivos con veneno si las llegan a tocar. Por eso no tiene sentido que se continúen usando", indica.

Adkins añade que existen muchas otras formas más selectivas y preventivas para manejar el problema con los animales salvajes que no solo implican matarlos con M-44.

"Las trampas de cianuro no pueden ser utilizadas de manera segura por nadie, en ningún lugar", afirma.

Adkins indica que diferentes grupos de defensa de la biodiversidad piden "una prohibición permanente a nivel nacional para proteger a las personas, las mascotas y la vida silvestre en peligro frente a este veneno".

Intentos de prohibición

En mayo del año pasado, el estado de Oregón prohibió el uso de M-44, luego de que un lobo murió por esa causa.

En 2017, un niño quedó ciego de manera temporal cuando tocó uno de los dispositivos y estalló, recuerda Adkins.

Kelly Nokes, abogada del Centro de Derecho Ambiental de Occidente, con sede en Oregón, calificó en un comunicado a las "bombas" como "crueles dispositivos de matanza".

"Los M-44 son una reliquia inhumana del pasado y un riesgo de seguridad innecesario", concluyó.

Por ello es parte de colectivos de organizaciones y abogados que volverán a intentar que las autoridades estadounidenses decidan eliminar el uso de M-44 en los campos de ese país.

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