Quizás alguna vez notaste que el protagonista de una imagen te seguía con la mirada.
Ese fenómeno científico tiene un nombre: "efecto Mona Lisa", y deriva del célebre cuadro de Leonardo Da Vinci, la joya del Museo del Louvre, en París, que recibe millones de visitas cada año.
Pero ¿es verdad que "La Gioconda" nos sigue con los ojos sin importar desde dónde la miremos?
Un experimento de la Universidad de Bielefeld, en Alemania, revela que hay un cuadro en el que el "efecto Mona Lisa" no se cumple.
Y es, precisamente, la "Mona Lisa".
Para su experimento, el profesor Gernot Horstmann y el asistente de investigación Sebastian Loth colocaron una regla plegable encima de una pantalla en la que aparecía la obra.
Luego pidieron a los participantes que indicasen hacia dónde creían que se dirigía la mirada de Lisa Gherardini.
Para comprobar si las características de la cara de la retratada influían en la percepción que los espectadores tenían de su mirada, en el experimento se utilizaron 15 secciones diferentes de su rostro: empezaron por la cabeza entera para acabar centrándose solo en los ojos y la nariz.
Cada imagen se mostró tres veces en orden aleatorio.
Además, a mitad de la sesión, los investigadores también cambiaron la distancia de la regla al monitor.
Recopilaron más de 2.000 evaluaciones y casi todas las mediciones concordaron que la mirada no es directa.
¿Hacia dónde mira?
"La gente puede sentir que el protagonista de una imagen o una fotografía los mira si la persona retratada mira hacia adelante, es decir, si su mirada tiene un ángulo de cero grados", explica Horstmann en un comunicado.
"Es posible que sigas sintiendo que te están mirando si la mirada del sujeto es ligeramente lateral. Pero a medida que aumenta el ángulo, la impresión de que te están mirando desaparece", añadió.
Los dos investigadores aseguran que en realidad la "Mona Lisa" mira unos 15 grados a la derecha del espectador, más o menos a la altura de la oreja, y no hacia adelante.
"Los participantes de nuestro estudio tuvieron la impresión de que la mirada de 'Mona Lisa' se dirigía hacia su lado derecho. Más específicamente, el ángulo de la mirada fue de 15,4 grados de media", afirma Horstmann.
Los investigadores atribuyen la percepción de que el cuadro de Da Vinci nos sigue con la mirada a un efecto psicológico.
En palabras de Horstmann: "Está claro que el término 'efecto Mona Lisa' es un nombre inapropiado. Ilustra el fuerte deseo de ser observado y de ser el centro de atención de otra persona, es decir, de ser relevante para alguien, aunque no lo conozcas de nada".
Originalmente publicada en enero de 2019, republicada con motivo de los 500 años desde la muerte de Leonardo Da Vinci