La mecánica cuántica es una de las áreas más fascinantes de la ciencia moderna. Pero también es misteriosa y desafía nuestro sentido común.
El mundo cuántico describe los extraños fenómenos que ocurren a nivel subatómico, que muchas veces contradicen nuestra intuición y lo que aprendimos en clase de física en la escuela.
"Si crees que entiendes la mecánica cuántica, es que no entiendes la mecánica cuántica", dice una frase popular que se le atribuye al Premio Nobel de Física Richard Feynman.
Y es que puede ser tan enigmática, que muchas personas, desde artistas hasta místicos y charlatanes se inspiran en conceptos cuánticos para hablar de la posibilidad de viajes en el tiempo, realidades paralelas y curas milagrosas.
Las universidades y laboratorios más prestigiosos del mundo invierten tiempo y dinero en experimentos cuánticos y la tecnología del futuro se inspira en varios de sus hallazgos.
Pero en medio de este entusiasmo, hay un pequeño detalle que podría aguar la fiesta: la mecánica cuántica quizás esté equivocada.
Así lo sostiene el físico teórico Lee Smolin, profesor en el Perimeter Institute en Waterloo, Canadá.
De hecho lo dice de manera tajante: "La mecánica cuántica es incorrecta", le dice en entrevista telefónica a BBC Mundo. "Es una explicación incompleta de lo que está ocurriendo al interior de átomos y moléculas".
Smolin es autor del libro "La revolución inconclusa de Einstein: en busca de lo que yace más allá de lo cuántico", en el que expone su posición crítica respecto al rumbo que ha tomado el estudio de esta área de la ciencia.
Su libro parte de la idea de que Einstein se dio cuenta de que la física cuántica contradice la física newtoniana, y por eso entendió que había que lograr una teoría revolucionaria.
Para Smolin, el problema de la mecánica cuántica es que está basada en conceptos y principios equivocados.
Su crítica suena provocadora, pero para entenderla debemos remitirnos a lo básico de la mecánica cuántica.
Un enfoque "realista"
Smolin acepta que la física cuántica está llena de misterios, pero su crítica está en la forma de abordar esos enigmas.
Uno de los abordajes a los fenómenos cuánticos declara que es imposible conocer de manera completa lo que ocurre a esa escala, y que por lo tanto debemos conformarnos con tener una "descripción permanentemente incompleta de la naturaleza", según explica Smolin.
Es decir, resignarnos a tener simplemente "probabilidades" de lo que puede estar ocurriendo ahí.
El otro abordaje, al que Smolin llama "realista", es uno que acepta que la mecánica cuántica ofrece una descripción incompleta de la naturaleza, pero se esfuerza por llenar esos vacíos con una descripción detallada de lo que ocurre.
Dos mundos en uno
La teoría cuántica se basa en dividir la realidad en dos.
Por un lado está el "mundo clásico", que es el que todos percibimos a simple vista y donde funcionan las leyes del movimiento de Newton que todos conocemos, como la inercia o la acción-reacción.
Pero al mismo tiempo, según esa teoría, a escalas subatómicas existe un "mundo cuántico", que juega bajo sus propias reglas y que no se puede explicar con las leyes del mundo clásico.
Esta división fue planteada por el físico danés Niels Bohr en 1927 y es parte fundamental de lo que se conoce como la Interpretación de Copenhague.
Smolin no le ve sentido a esa división de la realidad.
"Como Bohr dejó en claro, el límite que separa el "mundo cuántico" y el "mundo clásico" es arbitrario y se puede dibujar de manera diferente en cada experimento, dependiendo de las intenciones del observador", dice.
"Esa división del mundo en dos partes es parte de la mistificación y la aseveración de que la mecánica cuántica va en contra de la idea de que hay una realidad objetiva".
"Fallará en algún punto"
Pero si la mecánica cuántica parte de principios equivocados, ¿cómo es posible que se muestre como una de las disciplinas más prometedoras para lograr increíbles desarrollos tecnológicos, que van desde la informática y las telecomunicaciones hasta la compresión de cómo funciona nuestro universo?
"No me sorprende que la mecánica cuántica haya logrado predecir con precisión el comportamiento de los dispositivos cuánticos, como los superconductores o las pequeñas computadoras cuánticas construidas hasta ahora", reconoce Smolin.
"Pero creo que debe fallar, y fallará en algún punto".
Así, Smolin muestra su escepticismo sobre si esta "nueva física" saldrá a relucir al momento de construir computadores cuánticos. "Es una pregunta que permanece abierta, lo cual hace que esos experimentos sean realmente emocionantes".
Misticismo
Pero además de los problemas que Smolin ve en los fundamentos de la mecánica cuántica, a ellos le suma lo que el llama el "misticismo" con el algunas personas interpretan el resultado de los experimentos.
"La física cuántica es contraintuitiva, los fenómenos que observamos en nuestros laboratorios son difíciles de describir, son fenómenos que retan nuestra intuición", explica.
"Pero además de eso, hay gente que la añade un misticismo que definitivamente la hace aún más difícil de comprender", agrega.
"Los experimentos cuánticos no están mal en sí mismos, pero la interpretación que algunos teóricos hacen de ellos son ampliamente exageradas", sostiene Smolin.
Menciona, por ejemplo, experimentos cuánticos en los que se ha logrado que una partícula vuelva a estar en un estado anterior. Pero aclara que "esto no tiene ninguna implicación para la profunda pregunta de si el tiempo es fundamentalmente reversible o no".
Smolin también critica a quienes se aprovechan de la incertidumbre que rodea a lo cuántico para cuestionar los hechos objetivos.
"Hemos visto el auge de un desafío a la idea de una realidad objetiva, y eso es peligroso", dice el científico.
"La idea de la democracia se basa en que aunque seamos diversos y diferentes entre nosotros, hay aspectos de la vida y preguntas en las que debemos converger en una realidad objetiva".
"La física cuántica es objetiva sin importar la filosofía que esté en boga en determinado tiempo", dice.
Una teoría más completa
El objetivo de Smolin es lograr una teoría "más completa".
"La mecánica cuántica es útil en ciertas situaciones y tiene cierto nivel de precisión, pero está basada en ideas completamente erradas y necesita ser reemplazada por una teoría más rigurosa que brinde una mejor explicación de lo que está ocurriendo al nivel atómico".
Para él, esta visión crítica no tiene nada que ver con criticar a sus colegas, simplemente es lo que debe hacer alguien que trabaje en la ciencia.
"Si tu consideras que el problema es que la teoría cuántica está incompleta, te sientes inspirado para hacer más ciencia y completarla", concluye.