Sus efectos son los más mortales de los que se tenga registro.
A las ranas, sapos y salamandras que resultan contagiadas se les destruye la piel y sufren ataques al corazón.
La infección prácticamente se los come vivos.
Los expertos creen que en más de 60 países, especialmente de Centroamérica y Sudamérica, la enfermedad ha sido la culpable de la extinción de 90 especies de anfibios durante los últimos 60 años.
Al menos otras 491 especies han disminuido por la misma causa, incluyendo 124 que se han reducido en un 90% o más.
¿Por qué ocurre?
La causa de estas muertes es la quitridiomicosis, una enfermedad altamente virulenta que afecta a la fauna salvaje y que se transmite por un hongo llamado Batrachochytrium dendrobatidis (Bd).
Los científicos que estudian el hongo afirman que su propagación es una de las causas de la sexta extinción masiva en la Tierra.
Un reciente estudio publicado en la revista Science, afirma que el Bd tiene una "letalidad sin precedentes".
Responsabilidad de los humanos
En su investigación, los científicos afirman que el tráfico internacional de animales, particularmente el de mascotas, ha contribuido a que el hongo se disemine globalmente.
"Los humanos están trasladando plantas y animales alrededor del mundo a un ritmo cada vez más rápido, introduciendo patógenos en nuevas áreas", dijo en un comunicado Ben Scheele, investigador de la Universidad Nacional de Australia y autor principal del estudio.
En algunas especies, la pérdida del hábitat y el cambio climático se han sumado al hongo para empeorar la situación.
¿Cuál es el panorama?
El futuro no se ve muy esperanzador.
El Bd "es un clavo más en el ataúd para la situación global de los anfibios", comentaron en un artículo los biólogos Dan Greenberg y Wendy Palen, de la Universidad Simon Fraser en Canadá.
Según explica Scheele, es muy difícil eliminar el hongo de un ecosistema. "Si está ahí, está prácticamente para quedarse, infortunadamente", dice el experto.
Esto en parte se debe a que algunas especies logran sobrevivir a la infección.
"Por una parte, es una suerte que algunas especies sean resistentes, pero al mismo tiempo, eso significa que esas especies portan el hongo y actúan como una reserva, así que hay una constante fuente del hongo en el ambiente".
Para los expertos, parte de la solución estaría en proteger los hábitats, limitar la recolección de especies salvajes y restringir el tráfico de animales y aumentar las medidas de bioseguridad en las fronteras.
Mientras tanto la amenaza sigue su curso.
Según explica Science, el Bd podría expandirse a lo pocos lugares donde al parecer todavía no ha llegado, como Madagascar, por ejemplo.
En Asia recientemente apareció una especie hermana del Bd que está matando salamandras. En Europa, las investigaciones han mostrado que ahí las especies también son vulnerables.