"Estaba tan enojada cuando le tomó tanto tiempo a uno de mis amigos visitarme en el hospital".

Eso le cuenta Hiral Deugi a la BBC. Ella tiene 24 años y fue diagnosticada con una forma de leucemia a los 21.

"Apenas te enfermas la gente se comporta como si pisara huevos, no te cuenta que la están pasando bien, aunque tú todavía quieres escuchar sobre buenos momentos y noches de fiesta".

"Lo que me dolió es ver a mi amiga en redes sociales en sus salidas, lo que está bien, pero nunca visitándome. Era la peor época de mi vida y realmente la necesitaba".

Finalmente la amiga de Hiral la visitó en el hospital y dijo que no lo había hecho antes porque no sabía qué decir.

"Cuando me lo dijo me enfurecí, pero pensándolo ahora puedo ver que probablemente no sabía cómo lidiar con eso".

El cáncer "puede cambiar amistades"

La experiencia de Hiral no es inusual.

Una nueva investigación de la organización de caridad Teenage Cancer Trust elaboró un estudio en que el 40% de 121 jóvenes con cáncer consultados dicen haber perdido algunos amigos luego del diagnóstico.

Tres cuartos de esos jóvenes reconocen que la amistad cambió.

Kathryn Rodwell, de 23 años, originaria del norte de Gales, descubrió que sufría de linfoma de Hodgkin cuando estaba en segundo año de la universidad.

Ella todavía recibe tratamiento y espera un trasplante de células madres.

Kathryn tenía un grupo de tres amigos cercanos en la universidad, pero dice que todo cambió cuando fue diagnosticada.

"Traté de mantenerme en contacto con todos ellos, pero solo uno hizo el esfuerzo; finalmente desistí en tratar de contactar a los otros dos y ahora ya no me hablo con ellos".

La amistad que le quedó fue genial para sacarle una sonrisa en todo este tiempo sin tratarla de forma diferente.

"Cuando tienes cáncer parece que ese es el único tema del que puedes hablar, por eso es tan lindo cuando los amigos se acercan y hablan contigo de cosas normales".

Sentimiento "incómodo"

Cerca de la mitad de los 121 jóvenes con cáncer entrevistados consideran que la incomodidad sobre qué decir o hacer es la razón principal de la pérdida de amigos.

Eso es exactamente lo que descubrió Rian Harvey cuando fue diagnosticado con leucemia a la edad de 14.

"Tuve un par de amigos que se distanciaron y dejaron de buscarme".

Rian sostiene que en ese momento le dolió mucho, pero ahora cree que entiende por qué lo hicieron".

"El cáncer trae un enorme estigma, y pienso que muchos de ellos pensaron que iba a morir y no sabían cómo lidiar con eso".

Actualmente tiene 22 años y dice que en el último tiempo él ha descubierto quiénes son sus verdaderos amigos, con algunos de ellos que estuvieron a lo largo de todo el tratamiento.

"Me mandaban un mensaje cuando estaba en el hospital preguntándome si quería que me trajeran algo de comer, y eso era grandioso porque me sentía incluido y, además, ¡tenía mucha hambre durante el tratamiento!".

¿Cómo actuar?

"Es totalmente entendible que uno se sienta temeroso, sin saber qué decir o hacer, o tener miedo de mencionar algo equivocado", dice Helen Veitch, quien trabaja en Teenage Cancer Trust.

La organización lleva a cabo actualmente una campaña sobre cómo acompañar a un amigo con cáncer.

"Sin embargo, tu amigo está pasando por el peor tiempo posible, así que cualquier cosa que digas o hagas no será tan malo", añade Veitch.

La experta sugiere que lo mejor es seguir en contacto y entablar conversaciones normales.

"Y lo mejor que puedes hacer es preguntarles cómo puedes ayudarles, porque la amistad puede ser una parte fundamental de la recuperación de la enfermedad", concluye Veitch.

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