Igual que muchos de sus colegas en el Observatorio Lowell, Kevin Schindler sintió un escalofrío cuando la Unión Astronómica Internacional (UAI) anunció en agosto de 2006 que, en pocas palabras, Plutón ya no era un planeta.

La decisión fue particularmente controvertida en el centro de investigación con sede en Flagstaff, Arizona, porque fue allí donde el astrónomo estadounidense Clyde W. Tombaugh descubrió Plutón por primera vez el 18 de febrero de 1930, una fecha que todavía se observa cada año como Día Internacional de Plutón.

"Prácticamente todos los descubrimientos importantes que tienen que ver con Plutón tienen vínculos con Flagstaff", le dice a la BBC Schindler, el historiador oficial del observatorio.

"Entonces, estábamos algo ansiosos, por decir lo menos, con lo que consideramos una decisión terrible de la UAI".

Paso inesperado

Pero parece que el "vecino congelado" de la Tierra ahora está siendo vindicado: en los últimos 17 años, el Observatorio Lowell ha recibido tantas muestras de interés que tuvo que construir un nuevo centro de visitantes, que estará listo en 2024.

"Hasta 2006, teníamos capacidad para recibir alrededor de 60.000 visitantes al año. En 2019, justo antes de que llegara la covid-19, vinieron cerca de 100.000 personas que participaron en eventos como nuestro festival 'Yo quiero a Plutón'", cuenta Schindler.

"Bromeamos que esta controversia fue tan buena para el centro que deseamos que hubiera sucedido antes", agrega.

"La decisión de la UAI definitivamente parece haber hecho que más personas se interesen en la astronomía...".

Pero la reclasificación de Plutón como planeta enano, efectivamente una democión de la "liga principal" de los planetas del Sistema Solar, todavía molesta a algunos, y no solo entre las personas que trabajan en el Observatorio Lowell.

Alan Stern, el científico de la NASA que dirigió el equipo detrás de la sonda New Horizons que llegó a Plutón en 2015, es un conocido crítico de la decisión de la UAI, a la que se llegó con una votación de los 424 delegados presentes en la reunión del sindicato en agosto de 2006 en Praga.

"Con un voto no es como funciona la ciencia. No votamos sobre la teoría de la relatividad o la física cuántica", le dice Stern a la BBC.

"La UAI podría haber votado que el cielo es verde. No lo convierte automáticamente en realidad".

Entonces, ¿qué es un planeta?

En el centro de la controversia de Plutón está lo que parece una pregunta inocua: ¿qué es un planeta?

La palabra proviene de los antiguos griegos que notaron que Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno, los únicos planetas visibles a simple vista, se movían de forma más perceptible que las estrellas, lo que les valió el nombre de planetes (vagabundos).

Pero lo que define el término es otra historia.

Aunque Plutón se agregó rápidamente a la lista de planetas del Sistema Solar después de su descubrimiento en 1930, los astrónomos especularon durante las siguientes décadas que el recién llegado podría ser simplemente el primer ejemplo detectado de una serie de pequeños cuerpos helados más allá de la órbita de Neptuno, una región conocida como el cinturón de Kuiper.

La especulación aumentó en 1992 cuando los astrónomos detectaron 1992 QBI, el primer objeto del cinturón de Kuiper (KBO), que medía 160 km de diámetro (mucho más pequeño que Plutón, que tiene 2.376 km de ancho).

Pero la década de 2000 comenzó con tres grandes descubrimientos de KBO comparables en tamaño a Plutón.

Se estimó que uno de ellos, Eris, visto en 2005, era incluso más grande que Plutón e incitó a la NASA a anunciar en julio de ese año que "los científicos habían descubierto el décimo planeta del Sistema Solar".

Estos hallazgos impulsaron a la UAI a establecer un comité encargado de definir exactamente qué constituía un planeta, con el objetivo de presentar a los miembros un borrador de propuesta final.

Irónicamente, uno de los primeros planes no solo mantuvo a Plutón como planeta, sino que también "promovió" a Caronte, su luna más grande, así como a Erín y Ceres, un cuerpo celeste entre Marte y Júpiter que fue considerado brevemente como planeta después de su descubrimiento en 1801.

Pero al final, los delegados de la UAI votaron por una definición con los siguientes criterios: un planeta debe orbitar una estrella, debe tener un tamaño con suficiente gravedad para forzar una forma esférica y debe ser suficientemente grande para que su gravedad elimine cualquier objeto de un tamaño similar cerca de su órbita.

Esa última regla selló el destino de Plutón, ya que comparte su zona orbital con otros KBO helados.

Fue debidamente trasladado a la nueva categoría de "planeta enano".

Pero no todo el mundo estaba convencido: expertos como Stern cuestionaron la regla de "limpieza de la zona orbital", argumentando que la Tierra no cumple con la definición de 2006, ya que tiene más de 12.000 asteroides en su vecindad.

Otra controversia surgió con la baja participación en la votación: menos del 20% de los 2.700 delegados que asistieron a la conferencia de 10 días en Praga votaron, ya que los organizadores realizaron la consulta el último día del evento.

"La UAI se convirtió en un hazmerreír, ya que sigo viendo y escuchando a personas y colegas que llaman planeta a Plutón", señala Stern.

El científico de la NASA agrega que los investigadores planetarios como él ignoran las reglas de la UAI y adoptan la definición geofísica de un planeta: tiene suficiente gravedad para ser redondo y tiene una masa insuficiente para sufrir una fusión nuclear en su interior.

Según esas reglas, Plutón y todos los demás "enanos" califican como planetas.

Stern, sin embargo, se siente reivindicado por los hallazgos de la misión New Horizons.

Lanzada en enero de 2006, la sonda llegó a Plutón nueve años después e hizo múltiples descubrimientos sobre el planeta enano que obligaron a los científicos a revisar sus modelos.

Uno de los descubrimientos fue que Plutón puede tener "un vasto océano de agua líquida chapoteando debajo de su superficie".

"Mostramos cómo Plutón era un mundo mucho más complejo de lo que pensábamos y eso me convenció aún más de que la definición actual de un planeta es inviable".

"Todavía queremos a Plutón"

La jefa de la UAI, la astrofísica estadounidense Debra Elmegreen, le dijo a la BBC que no le sorprende el persistente debate.

"Plutón fue descubierto cuando nacieron las personas más mayores de esta generación, por lo que está arraigado en el acervo popular", señala Elmegreen, quien asumió el cargo en 2018.

"Además, los planetas son lo primero que la mayoría de los niños aprenden sobre el espacio".

Pero ella no cree que la reclasificación de Plutón por parte de la UAI se cambie en el corto plazo, y diplomáticamente hace saber que es hora de seguir adelante.

"Todavía queremos a Plutón, pero la clasificación es fundamental para todas las ciencias, ya que reconocemos similitudes y diferencias entre los objetos. Así es como entendemos su física, química o geología subyacente", argumenta Elmegreen.

"Plutón seguirá siendo el prototipo de esta nueva clasificación [planeta enano], pero no cambia su importancia en la comprensión de la evolución de los sistemas planetarios".

La jefa de la UAI reconoce que el debate realmente ayuda a mantener la astronomía en la mente de las personas, por lo que tal vez no le importen las parodias sobre Clyde W. Tombaugh en Twitter, o la urna creada por Kevin Schindler en Flagstaff.

En años recientes, a los visitantes que deseen hacer una donación al Observatorio Lowell se les pide que pongan su dinero en efectivo en una urna etiquetada de acuerdo con lo que creen sobre cómo debería llamarse Plutón: planeta, planeta enano, otro o "No me importa".

"Me agrada decir que nuestros clientes están votando con sus billeteras", dice sonriendo el historiador Schindler.

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