La colaboración musical entre John Lennon y Paul McCartney es un motivo frecuente de debate en el mundo de la música.

Una de las discusiones más acaloradas es a quién se le ocurrió la melodía de In my life, una de las baladas más famosas de The Beatles.

Aunque las letras de las canciones de 1965 son ampliamente reconocidas como algunas de las mejores de Lennon, tanto él como McCartney han reclamado autoría sobre In my life.

De hecho, todas las canciones compuestas durante los años en que The Beatles estuvieron activos contaban con el crédito Lennon-McCartney, a pesar de que no todas las melodías fueron fruto del trabajo conjunto entre ambos artistas.

Un equipo de especialistas en estadística estadounidense afirma haber resuelto el misterio con la ayuda de las matemáticas.

Patrones distintivos

Mark Glickman y Jason Brown le contaron al programa de la BBC More or less ("Más o menos") por qué creen haber terminado con la duda sobre la autoría de la canción.

El equipo dirigido por Glickman, un profesor de estadística en la Universidad de Harvard, desarrolló un algoritmo para analizar hasta 70 canciones de The Beatles creadas entre los años 1962 y 1966, y tratar así de identificar patrones recurrentes en sus letras y música.

Para las letras, el análisis se hace observando la frecuencia con la que se usan cierto tipo de palabras. A esta técnica se la conoce como estilometría.

Es el mismo método que, por ejemplo, usaron los expertos en Shakespeare de la Universidad de Oxford que concluyeron que el autor inglés más venerado había contado con la colaboración del escritor Christopher Marlowe para componer las tres obras de teatro de Enrique VI.

El problema de las melodías

Analizar las melodías, en cambio, fue una misión mucho más complicada.

Primero, necesitaron recolectar una gran cantidad de datos minuciosos de las canciones: las progresiones de los acordes, los intervalos entre las notas y las formas de las frases (si las notas subían o bajaban, viceversa o si se mantenían igual).

"Encontramos que los diferentes grupos de notas eran particularmente distintivos", dijo Glickman.

La deconstrucción de las canciones determinó 149 componentes musicales que podrían convertirse en datos que los investigadores utilizarían después como pistas.

"Algunas de esas categorías aparecieron mucho más en un tema de Lennon que en uno de McCartney, o viceversa", explicó Brown.

Un ejemplo fue un "salto" de octava en la melodía, una característica distintiva en dos canciones cuya autoría se sabe corresponde a McCartney: Eleanor Rigby y Love me do.

Los investigadores afirman que su algoritmo predice la autoría de canciones conocidas de Lennon o McCartney en un 80% de los casos.

En la década de 1970, McCartney le dijo al presentador Paul Gambaccini que había "escrito la melodía de las palabras de John", refiriéndose a In my life.

Pero Lennon rechazó tal afirmación en una entrevista publicada en la revista Playboy en 1980, apenas unas semanas antes de su asesinato el 8 de diciembre de ese mismo año.

"Paul me ayudó con el interludio", dijo, refiriéndose a la parte de la mitad de la canción o después de la segunda vez que aparece el estribillo, hacia el principio de la canción.

Si bien In my life no es una de las canciones más populares de The Beatles -de hecho nunca la tocaron en vivo- es muy admirada por los grandes de la industria musical.

La prestigiosa revista musical Rolling Stone llegó a situarla en el puesto número 23 de una lista de las 500 mejores canciones de todos los tiempos.

El veredicto

Las versiones dadas por Lennon y McCartney no coinciden, entonces ¿cuál es el veredicto?

El algoritmo matemático corrobora la versión de Lennon, concluyen los expertos en su análisis.

"La probabilidad de que In my life fuera escrita por McCartney es de menos de un 2%", dijo Glickman en un comunicado que publicó la Universidad de Harvard a principios de año.

"Pensamos que el contenido musical es mucho más consistente con el estilo de John".

"Si comparas In my life con las las canciones que escribió Lennon y las que compuso McCartney en ese período, es mucho más consistente con lo que hacía Lennon".

Curiosamente, cuando los investigadores analizaron el interludio de la canción, encontraron patrones distintivos de las composiciones de McCartney.

"El interludio suena como algo que escribiría McCartney", dijo el académico de Harvard al sitio web de noticias Inverse.

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