Cinco años después de que demandara a la cantante estadounidense Katy Perry, un tribunal en Los Ángeles, Estados Unidos, le ha dado la razón al rapero cristiano Marcus Gray, de nombre artístico "Flame", al considerar que la artista se apropió del ritmo de una de sus canciones.

El jurado encontró demasiadas similitudes entre Dark Horse, el exitoso tema que Perry lanzó en 2013, y Joyful Noise, de Flame y que se publicó en 2009.

La cantante y compositora aseguró durante el juicio, que se prolongó una semana, que no había escuchado la canción del rapero antes de grabar su hit y proporcionó evidencias para respaldar su argumentación.

Incluso se ofreció a interpretar Dark Horse en directo en la sala al ver que, por un problema con los altavoce, sus abogados no conseguían reproducir la canción para los miembros del jurado.

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Pero eso no evitó que el jurado se pronunciara en su contra este lunes.

Durante el juicio, el equipo de Perry sostuvo que el parecido entre ambas canciones consiste en ritmos básicos, por lo que Gray no podría reclamar derechos de autor.

"Están tratando de apropiarse de unos ritmos fundamentales de la música, el alfabeto musical que debería estar disponible para todo el mundo", dijo la abogada de Perry, Christine Lepera, durante sus argumentos finales frente al tribunal.

Sin embargo, los abogados que representan a Flame dijeron que Perry y su equipo "copiaron una parte importante" de su canción.

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Durante el juicio, el abogado de Gray, Michael A. Kahn, recordó que Perry comenzó su carrera como una artista cristiana.

A pesar de que el juicio se centró en la producción de la canción ?fue producida por los estadounidenses Dr Luke, Max Martin y Cirkut?, el jurado determinó que los responsables del plagio son los seis compositores de Dark Horse. Eso incluye a Katy Perry y al rapero Juicy J, quien contribuyó con un verso de la canción.

Este martes 30 de julio el jurado analizará cómo deberán compensar a Gray por daños y perjuicios.

Dark Horse forma parte del cuarto álbum de Perry, titulado Prism, y es uno de sus mayores éxitos musicales.

De la canción se han vendido más de 13 millones de copias en todo el mundo y su video fue el primero de una artista femenina en alcanzar mil millones de vistas tanto en YouTube como en Vevo.

En total, fue visto más de 2.600 millones de veces desde su lanzamiento en 2014.

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