"Prefiero besar a tres mujeres negras que a una mexicana".
Esta frase atribuida a Elvis Presley y desmentida en repetidas ocasiones, primero por él y después por los historiadores, le valió al rey del rock and roll el rechazo y el veto temporal a su música y su cine en México.
Ahora que se cumplen 40 años de su muerte, recordamos un episodio poco conocido de la vida de un hombre del que se ha escrito mucho.
¿Qué pasó exactamente?
Fulgurante ascenso de una estrella
A mediados de la década de 1950, la popularidad de Elvis Presly en Estados Unidos pasaba por su mejor momento.
No podemos decir lo mismo del otro lado de la frontera: justo entonces México entró en un período de rechazo a la estrella.
"En 1957 se corrió el rumor de que Elvis dijo, en una entrevista, que prefería besar o casarse con tres mujeres negras antes que con una mexicana", explica desde Ciudad de México el periodista de BBC Mundo, Alberto Nájar.
"En México existía una campaña fuerte contra el rock y los rockeros, y el rumor desató una campaña de linchamiento en los periódicos y la radio", añade.
Campaña contra el rock
El periodista Raúl de la Rosa, testigo directo de aquella época, coincide en que es imprescindible tener en cuenta el contexto en que se produjeron los hechos.
"Era mediados de los años 50 y el fenómeno del pandillerismo juvenil empezaba a darse en la clase media", le contó De la Rosa a BBC Mundo.
"La prensa, en medio de una mentalidad conservadora, empezó a decir que el rock and roll era una muestra de la degeneración moral".
Eran tiempos de censura en los que la "Liga de la Decencia" clasificaba las películas y decidía lo que se podía ver y lo que no.
Para este grupo tradicional, el rock and roll que escuchaban los jóvenes no era música sino ruido.
Esa campaña despiadada contra el rock and roll coincidió con el auge de Elvis Presley, quien además de representar una "música diabólica" escandalizaba a los más puritanos con sus sensuales movimientos de cadera.
En ese contexto, la supuesta frase despectiva de Elvis hacia las mexicanas cayó como un regalo para los llamados defensores de la decencia.
La frase de la discordia
El columnista especializado en cotilleos Federico de León fue quien en 1957 escribió que el cantante le dijo en una entrevista: "Prefiero besar a tres chicas negras que a una mexicana".
La emisora Radio Éxitos difundió el reportaje y estalló el escándalo. Se quemaron sus discos y las cadenas de radio vetaron sus canciones.
Diarios sensacionalistas de Tijuana calificaron a Elvis como racista y homosexual.
Pocos días después, el mismo columnista citó a una mujer mexicana que dijo: "Prefiero besar a tres perros que a Elvis Presley".
El cantante envió un comunicado de prensa para aclarar el malentendido pero fue en vano.
El segundo golpe
Antes de que las aguas pudieran volver a su cauce, el desencuentro entre México y Elvis se agravó con el estreno mexicano de la película "King Creole" en mayo de 1959.
Los ánimos se exaltaron cuando el cine Las Américas, de Ciudad de México, advirtió que la película era "sólo para adultos".
Cientos de jóvenes entraron en el cine y se produjeron disturbios que dejaron varios heridos.
"Yo fui al estreno de la película", relató De la Rosa.
"El cine estaba repleto de jóvenes, todos vestidos de chamarra de cuero, con el pelo engomado y un gran copete, con nuestras motos esperándonos fuera. Éramos los gángsters mexicanos".
El periodista no recuerda los enfrentamientos como algo grave sino más bien como una cosa de jóvenes.
Las autoridades no tuvieron esa misma visión: vetaron la difusión de las películas de Elvis y le negaron la entrada al país cuando solicitó la visa para filmar "Fun in Acapulco" (traducida como "Fiesta en Acapulco" o "El ídolo en Acapulco").
¿Y cómo se originó el rumor?
No hay confirmación oficial de cómo surgió la frase que le causó tantos problemas a Elvis pero en lo que sí hay consenso es en que el artista no se expresó en esos términos.
Una de las teorías más fundamentadas aparece en el libro "Refritos de Elvis: el surgimiento de la contracultura mexicana", de Eric Zolov, publicado en 1999.
La versión de Zolov, compartida por otras fuentes, consiste en que un importante político mexicano quiso contratar a Elvis para que diera un concierto privado para su hija adolescente.
Cuentan que le envió un cheque en blanco para que el artista lo rellenara a su antojo, pero Elvis se lo devolvió en blanco.
Según la historia, el político, enojado, inventó que a Elvis no le gustaban las mujeres mexicanas.
Al mismo tiempo, la polémica era positiva para las autoridades en sus esfuerzos por controlar a los jóvenes y frenar la expansión del rock and roll.
Elvis canta en español
Sin embargo, el avance de esta música era irrefrenable y el bloqueo mexicano a Elvis no duró mucho tiempo.
En realidad, el artista es más recordado en México por sus versiones de "Allá en el Rancho Grande" y otras canciones mexicanas que por la controversia del pasado.
El sello BMG Mexico editó en 1999 una serie de álbums con el nombre genérico de "Elvis le canta a México" para celebrar el legado de la leyenda al sur de la frontera.
El episodio de los besos a las mujeres mexicanas quedó así como una anécdota que sirve más para reflejar cómo fue el primer impacto del rock and roll en el México de los años 50 que para retratar al artista.