Este viernes se cumple un año desde la muerte del cantante y músico Prince, quien falleció tras ingerir por accidente una sobredosis de analgésicos.
Su muerte le robó al mundo un ser verdaderamente original: un virtuoso de tamaño pocket que rompió con las reglas de la música y desafió géneros, sin ningún esfuerzo aparente.
El expresidente de Estados Unidos Barack Obama dijo que su muerte era una "extraordinaria pérdida" y reveló que escuchaba la canción "Purple Rain" (Lluvia púrpura) "solo para entrar en calor" en la mañana.
Prince era famosamente privado, rara vez daba entrevistas y hacía que sus excompañeros de banda y excolaboradores firmaran contratos de no divulgación.
Sin embargo, después de su muerte sus fans han podido ocasionalmente conocer algunos detalles de su vida.
Algunos son graciosos, otros reveladores. Todos elevan aún más su status como un visionario y genio musical.
Estas son 12 cosas que hemos aprendido en los últimos 12 meses.
Era un Testigo de Jehová y prohibía las malas palabras
Con canciones como "Erotic City" (Ciudad erótica) y "Sexy Dancer" (Bailarina sexy) Prince se hizo conocido como una desenfrenada máquina sexual.
Pero también era un vegano devotamente religioso, que se convirtió en Testigo de Jehová en 2003.
Después de eso eliminó las malas palabras de su música (nunca más tocó en vivo la canción Sexy MF) y colocó un "balde de insultos" en su residencia, Paisley Park.
"No quería faltarle el respeto a su religión", contó su amigo James Lundstrom.
"Y no era chiste. Tenías que poner dinero en el balde cada vez que decías alguna grosería. Te cobraba entre tres y 10 dólares por insulto".
"Una vez me golpeé la rodilla y dije ´maldición´. Me dijo: ´¿qué dijiste?´".
Lundstrom recuerda que una vez un músico de boca sucia colocó un manojo de billetes de 100 dólares en el balde como anticipo por el resto del día.
En el funeral se tocó una canción suya poco conocida llamada Comeback
Prince fue cremado durante una ceremonia privada para familiares y amigos cercanos el sábado 23 de abril.
Entre las canciones que se tocaron durante la ceremonia estuvo "Comeback" (Volver), una triste balada acústica que el artista grabó en 1996 para su hijo, Ahmir, que nació con una rara enfermedad genética y falleció a los siete días.
La canción formó parte del álbum "The Truth" (La verdad) que fue exclusivo para el fan club de la estrella, y la letra fue igual de apta para su funeral.
"Si alguna vez pierdes a un ser querido / Nunca digas las palabras ´se han ido´/ Ellos volverán".
En "Purple Rain" Prince está usando una peluca
El exdirector de arte de Prince, Steve Parke, publicó recientemente un libro en el que muestra las íntimas fotos detrás de escena que le sacó al artista durante su tiempo en Paisley Park.
También recuerda la vez que Prince lo invitó a mirar un montaje de escenas suyas que estaba preparando para los American Music Awards.
Cuando apareció una escena de la película "Purple Rain" el músico estalló de la risa y dijo: "¡Mira esa peluca!".
Parke le preguntó sobre el comentario al estilista de Prince, Earl Jones, quien le reveló que tuvieron que volver a filmar algunas escenas después de que había concluido el rodaje original, pero Prince se había cortado el pelo y se lo había teñido de rubio.
Por eso tuvieron que acudir a una peluca.
Jones agregó otra anécdota: Prince reaccionó tan mal al teñido que se le empezó a caer el pelo y tuvo que dejarlo crecer y volver a teñirlo de negro.
"El estilo que luce en la canción ´Raspberry Beret´ (Boina frambuesa) es literalmente todo lo que pude hacer con su cabellera en ese momento".
Tenía muy mal carácter
No es secreto que Prince era un perfeccionista pero algunas de las historias que surgieron tras su muerte muestran la actitud despiadada que tenía con sus compañeros de banda.
"Le gustaba generar temor", contó Michael B Nelson, quien tocó el trombón en la banda de Prince New Power Generation (NPG).
Una noche, durante el tour de 1993 Act I, Nelson le erró a una nota durante un solo en la canción "The Flow" (La corriente).
"El día siguiente Prince se me acercó y me dijo: ´¿Hoy vas a tocar ese solo bien?´", le relató a la revista Rolling Stone.
"Le respondí: ´Lo haré lo mejor que pueda´. Y me contestó: ´Hiciste lo mejor que pudiste anoche´, y se fue".
Esa noche durante el concierto cuando llegó la hora del solo Prince se acercó a Nelson con su famoso micrófono con forma de pistola dorada (ver imagen arriba) y le apuntó a la cabeza.
"Pensé: ´¡Oh mi Dios!´ pero él siguió haciéndolo durante toda la semana. No era parte del espectáculo. Era él diciéndome: ´No vuelvas a hacer eso´".
Su última salida de compras incluyó un CD de Stevie Wonder y un café
Cinco días antes de morir Prince celebró el Día de la Disquería yendo en bicicleta hasta su negocio local Electric Fetus, en Mineápolis, en el estado de Minnesota, en el norte de Estados Unidos.
Según el encargado Bob Fuchs, el artista compró seis discos compactos:
- "Talking Book" (Libro parlante) de Stevie Wonder
- "The Time Has Come" (Ha llegado la hora) de Chambers Brothers
- "Hejira" de Joni Mitchell
- "Inspirational Gospel Classics" (Clásicos inspiradores del gospel) de Swan Silvertones
- "The Best of Missing Persons" (Lo mejor de Missing Persons) de Missing Persons
- "Santana IV" de Santana
Prince luego se volvió a subir a su bicicleta y saludó de lejos a fans en un salón de belleza cercano antes de visitar la cafetería local.
Según el barista Alya Al-Hilwani le gustaba tomar un café moca sin crema batida.
Compró en secreto la casa de "Purple Rain"
En 2015 se puso a la venta la casa de Mineápolis que se usó como el hogar de infancia de Prince en la película "Purple Rain".
Resultó que la compró el propio Prince.
La Radio Pública de Minnesota descubrió que el dueño de la propiedad construida en 1913 era NPG Music Publishing, una de las empresas del músico.
Habían pedido US$110.000 por la casa pero Prince pagó US$117.000 en efectivo.
Tras su muerte, sus herederos la pusieron en venta nuevamente, afirmando que "los costos de reparar y mantener la casa" no eran convenientes para ellos.
Prince vendió más que Adele y Drake el año pasado
Aunque parezca increíble, Prince fue el artista que más álbumes vendió en EE.UU. el año pasado.
En los meses después de su muerte se vendieron 2,2 millones de álbumes, en parte porque su música no estaba disponible en las principales plataformas de streaming.
Fue el único artista que vendió más de un millón de álbumes digitales y físicos en 2016.
Y vendió un total de 5,4 millones de canciones digitales, superando a Adele y Drake.
Cuando su música finalmente pudo accederse a través de Spotify, Apple, Amazon y Google Play, en febrero pasado, se tocó 17 millones de veces en una sola semana.
"Purple Rain", en particular, se escuchó más de un millón de veces.
Viajaba con el pseudónimo de Peter Bravestrong
Prince tenía muchos aliases como compositor: Alexander Nevermind, Joey Coco y Jamie Starr eran solo algunos.
Pero documentos dados a conocer esta semana revelan que el artista, que era sumamente privado, viajaba bajo el nombre de Peter Bravestrong, para evitar ser reconocido.
El nombre estaba en la etiqueta de una maleta que usó para viajar a Atlanta para lo que sería su último concierto.
El equipaje fue hallado en Paisley Park tras su muerte y contenía varios medicamentos bajo receta a nombre de Kirk Johnson, un amigo cercano y empleado suyo desde los años ´80.
Las autoridades en EE.UU. aún investigan cómo Prince obtuvo los medicamentos bajo receta que lo mataron.
Cocinaba muchos huevos
Tras la muerte del artista muchos de sus amigos y colegas que le rindieron tributo coincidieron en dos anécdotas: comía poco pero le encantaba cocinar huevos.
"Prince se encargaba de la comida: huevos revueltos", le contó la cantante Jill Jones a la revista GQ.
"Él apenas comía, yo siempre pasaba hambre cuando estaba con él", recordó.
"Prince no era de comer" coincidió Cat Glover, otro excompañero de banda. "Nunca lo vi comiendo, realmente. Pero sí lo vi cocinando. Me hizo panqueques y huevos", relató.
La bailarina Misty Copeland también probó los famosos huevos revueltos de Prince. "Su fuerte era el desayuno. Estaban riquísimos", recordó.
Destruyó un molino
Otra de las propiedades que pusieron a la venta los herederos de Prince es una finca de 65 hectáreas en Chanhassen, Minnesota.
El lugar, valuado en casi US$14 millones, tenía una mansión amarilla de tres pisos, que incluía un estudio de grabación donde se grabó partes de "Sign O' the Times" (Signo de los tiempos) y "The Black Album" (El álbum negro).
Vecinos del artista recuerdan escucharlo tocar en noches de verano.
La propiedad también tenía un molino donde Prince presumiblemente producía harina orgánica para su pan.
Sin embargo, la estrella tiró abajo la casa y el molino en los años ´90.
Imágenes satelitales muestran que en la propiedad solo hay terrenos verdes y una cancha de tenis abandonada.
Estaremos escuchando nuevos temas de Prince por el resto de nuestras vidas
Poco después de la muerte del artista se abrió su legendaria "bóveda" que contenía su archivo de grabaciones de conciertos, canciones sin estrenar y grabaciones de ensayos.
La exingeniera de sonido de Prince Susan Rodgers, quien comenzó la bóveda en los años ´80, dijo que ya estaba casi llena cuando se fue en 1987.
Algunos de los temas guardados allí son anteriores al legendario "Purple Rain".
"Grabábamos dos temas al día y él las guardaba", contó su amigo e ingeniero David Z.
"Hay tanto allí adentro que seguramente no nos alcance una vida para escucharlo", agregó el exempleado de Paisley Park Scott LeGere.
Lo primero que se dio a conocer de la bóveda fue el tema "Moonbeam Levels" (Niveles de rayo de luna) que salió el año pasado como parte del compilado "Prince 4Ever" (Prince para siempre).
Para junio de este año se espera una versión ampliada de "Purple Rain" que incluirá "dos álbumes increíbles de música sin estrenar y dos grabaciones de concierto" según Warner Bros Records.
Los herederos de Prince también firmaron un acuerdo por US$30 millones con Universal Music para sacar material que no es de la Warner.
No obstante, hay quienes afirman que algunas de las grabaciones que estaban en el archivo se deterioraron con el paso del tiempo, y tampoco se ha comenzado aún a catalogar el material hallado.
Nunca ensayó ese famoso solo de "While My Guitar Gently Weeps"
Uno de los videos que más circuló tras la muerte de Prince fue el de su ceremonia de ingreso al Salón de la Fama del Rock en 2004.
Allí se va al artista unirse a Tom Petty, Steve Winwood y el hijo de George Harrison, Dhani, tocando el tema de los Beatles "While My Guitar Gently Weeps" (Mientras mi guitarra dulcemente llora).
Prince se queda a un lado hasta los dos minutos finales de la canción cuando toma el escenario para interpretar uno de los solos de guitarra más increíbles que has escuchado en tu vida.
Increíblemente, el músico nunca ensayó ese momento con la banda.
En el ensayo, la noche anterior, el solo fue interpretado por otro guitarrista.
"Prince no dijo nada, apenas tocó unos acordes pero nada memorable", recordó el director de esa ceremonia, Joel Gallen.
Pero cuando llegó el momento, Prince se robó el show.
En un momento se giró para enfrentar a Petty y Harrison y luego se tiró de espaldas al público -mientras aún seguía tocando- para finalmente arrojar su guitarra e irse del escenario antes de que la canción concluyera.
"Le prendió fuego al tema", le dijo Petty al New York Times. "Podías sentir la electricidad que corría y sabías que algo importante estaba pasando".
Prince luego diría que ni siquiera había escuchado esa canción antes de que se la enviaran para que se la aprendiera para la ceremonia.