Hayley Morris, de 25 años, cuenta que mantenía una "relación perfecta" con su padre, Kevin, de 60. Pero hace dos años todo cambió.
Kevin fue diagnosticado con una rara forma de demencia conocida como la enfermedad de Pick, que provoca cambios en la personalidad y la conducta.
Hayley le contó al programa Newsbeat de la BBC cómo fue el impacto que aquel diagnóstico tuvo en su vida y en la de su padre.
Recibí una llamada de mi madre diciendo: "Tu padre tiene demencia". Toda la sangre del cuerpo se me fue a los pies y sentí que no podía hacer nada.
Ahora tengo que tratarlo como si fueran dos personas diferentes. Mi padre ya no está, pero Kevin sigue allí.
Siento que no abracé lo suficiente a mi padre ni le dije que lo amaba lo suficiente cuando era normal. Ahora ya no se lo puedo decir porque no sé si lo quiero.
Quiero mucho a su antigua persona, pero es difícil querer a quien él es ahora.
La gente podría pensar que es ridículo y quizás dirán: "Tú no eres humana, ¿cómo puedes decir que no quieres a tu papá?".
Pero créanme, él ya no es mi papá. No lo es. Es una persona diferente.
Como persona, estoy destrozada. La situación es horrible.
Creo que mi manera de llevar esto es la misma como mucha gente lo haría.
No puedes hablar sobre ello, así que apagas tus emociones y haces ver que estás bien. Pero no estoy bien.
Perdí a mi padre. Perdí a mi familia. Perdí una parte enorme de mi vida.
Es muy difícil aceptar eso, pero no es algo que siento todos los días. Lo que hago es pretender que todo está bien y que no es un un gran problema.
"No queda nada de su persona original"
Sólo en Reino Unido, alguien desarrolla demencia cada tres minutos, según Alzheimer Society.
Esta organización apunta a que más de un cuarto de las personas que están atendiendo a un familiar con demencia se sienten "aisladas de la sociedad".
La madre de Hayley, Julie, le contó a la BBC que ella también se siente aislada en ocasiones.
Solía levantarme en la noche, mirarlo y pensar que él nunca iba a ser el mismo que era antes.
Fue realmente difícil y pensaba que lo iba a perder.
Nos casamos jóvenes hace 36 años y teníamos un matrimonio firme, éramos muy felices. Confiaba en él al 100%.
Kevin ya no es Kevin. Los pasados dos años han sido un infierno. Y no sabía cómo decírselo a Hayley.
No queda nada de su persona original. No tiene vocabulario pero sonríe mucho, así que espero que sea feliz.
Ahora va a una casa de asistencia durante el día, lo cual es algo bueno para mi. Y, lo más importante, es mejor para él.
Tienen un jardín donde él puede correr. Juegan a la pelota con él. También colorea y hace sopas de letras con ellos.
No puedo salir con amigos, así que ellos vienen aquí a tomar una copa.
Mis amigos han sido una torre de fortaleza y la verdad es que no habría podido superar esto sin ellos.
Si estoy luchando, ellos siempre están ahí. Y a menudo rompo a llorar.
Hay veces en que puedes afrontar la situación, pero entonces algo provoca que me llegue una ola de emociones.
Él sabe quienes somos. Puede recordar donde vivimos. Me encantaría poder hablar con él y decirle lo que ha ocurrido.
Incluso si pudiéramos tener una hora con el Kevin de antes, solo le preguntaría qué es lo que quiere que nosotros hagamos. ¿Qué quieres que haga? ¿Qué puedo hacer para ayudar? ¿Qué te haría feliz?