La mayoría de los bebés comienzan la dentición a los seis meses, algunos pueden empezar a los cuatro meses, pero es sumamente raro que los humanos nazcan con dientes.
Isla-Rose Heasman parece ser una de esas excepciones.
La bebé, de Plymouth, Inglaterra, tuvo que ser llevada al dentista para que le extrajeran un diente cuando tenía 12 días de nacida.
Su madre, Jasmin, asegura que "nunca esperó" que sometieran a la bebé a una extracción siendo tan pequeña.
El Centro de Acceso Dental Seven Trees, adonde asistió la bebé, indicó que era "la paciente más joven" que habían atendido.
Y la premiaron con la misma etiqueta adhesiva que suelen darle a sus pacientes novicios.
Para el procedimiento el dentista le colocó ungüento para entumecer debido a que la niña es demasiado pequeña para ser anestesiada.
"Tuvieron que extraerle el diente porque estaba flojo. (Isla-Rose) se mostró más valiente que yo, realmente ni siquiera lloró", le dijo Jasmin a la BBC.
"Yo tuve que salir de la sala llorando porque no pude soportar ver a mi princesa dolorida".
"Ahora se ve rara sin su diente", agregó la madre de Isla-Rose.
Según la Asociación Dental Británica (BDA), uno de cada 2.000 bebés nacen con un diente natal, que son dientes que están presentes en el momento del nacimiento.
A menudo se presentan flojos porque sus raíces no se han desarrollado apropiadamente, y están adheridos al borde de la encía con tejido blando.
Los dientes natales por lo general aparecen en la encía inferior, donde posteriormente surgirán los dientes incisivos centrales.
El asesor científico de la BDA, el profesor Damien Walmsley, dice: "El trastorno puede causar problemas durante la lactancia, como úlceras en la lengua del bebé, y existe el riesgo de que el niño "inhale" el diente flojo y entre a sus pulmones".
"Sin embargo, estos casos son extremadamente raros".
Los dientes natales también pueden ser molestos para la madre lactante.