La versión británica del programa de televisión MasterChef viajó a Perú para grabar allí su semifinal y tanto los conductores como los concursantes se deshicieron en elogios hacia la gastronomía de ese país.

Los productores eligieron a Lima como sede por haber "liderado una revolución culinaria que ha popularizado la cocina peruana en todo el mundo", según se explicó en el programa que se transmite por el canal BBC One.

La emisión despertó el interés por este país, según dijo al diario Daily Mail el buscador de viajes Travelbag, que afirmó que las búsquedas de paquetes a Perú aumentaron en un 1.204% después de la transmisión de MasterChef.

Alex, Kenny, David y Nawamin, los cuatro finalistas, tuvieron como primer reto alimentar a un grupo de pescadores en el Mercado Artesanal de Chorrillos. Se dividieron en dos equipos para preparar platos tan tradicionales como el cebiche o el lomo saltado.

Lo primero que les sorprendió fue el tamaño y la calidad de los insumos.

"En Inglaterra creemos que tenemos buenas papas, pero esto sí es una buena relación calidad-precio", aseguró Kenny, un banquero de 35 años que dice cocinar desde que tiene memoria.

"¡Nunca he visto un pez como este en mi vida!", dijo al ver la corvina con la que tenía que hacer el cebiche para la leche de tigre.

Alex, la única concursante femenina, también estaba sorprendida con los ingredientes que le dieron para que hiciera un chupe de camarones: "¡Nunca he cocinado con camarones tan bonitos, es increíble!"

Para orientarlos, el programa invitó al famoso chef peruano Gastón Acurio, quien dejó a un lado su carácter usualmente risueño para meter prisa e intentar ser un poco más estricto con los candidatos.

Los conductores destacaron la diversidad de la cocina peruana que, como explicó Acurio, tiene influencia africana, china, española y árabe.

Las diferencias culturales se hicieron patentes cuando a Nawamin, un médico tailandés de 27 años, le tocó cortar los choclos para el chupe.

En vez de dividir el maíz de manera horizontal, lo puso en posición vertical y empezó a bajar el cuchillo para desprender los granos, lo que hizo que los peruanos que se habían acercado a curiosear estallaran en risas. Alex, que a sus 40 años se dedica al diseño de vitrinas, corrigió el error con la ayuda de los locales.

"Es una cocina muy diferente a la que no estamos acostumbrados", admitió David, un piloto de 40 años.

Pero, al final, los británicos se adaptaron muy bien a la gastronomía peruana, según los pescadores, que calificaron de "exquisitos" y hasta "wonderful" (maravilloso) los resultados.

Acurio quedó "impresionado" con la habilidad de Nawamin para hacer los picarones, un postre peruano que, según confesó, al prestigioso chef nunca le sale y hasta le llegó a costar algún despido.

Pirañas amazónicas

Tras haber aprendido sobre cocina tradicional, los concursantes se enfrentaron a un tipo de gastronomía más experimental e innovadora. El lugar escogido fue Central Restaurante, del chef Virgilio Martínez, considerado uno de los cinco mejores del mundo.

Martínez ofrece en su local un menú de 17 platos hechos con 180 ingredientes diferentes. Alex, que se confesó una "gran admiradora" de Martínez se mostró muy emocionada durante todo el desafío: "Cuando supe que veníamos a Perú, recé por que nos trajeran aquí".

En tres horas, los candidatos hicieron platos tan inusuales como un tartar de pirañas amazónicas en el que se podían ver las cabezas y hasta los dientes de los peces.

"La presentación es un poco dramática", admitió Martínez. "Pero es que, de verdad, probablemente sea la primera vez que ves una piraña así que, ¿por qué no poner la cabeza y el pez en sí mismo?"

A Kenny le sorprendió la técnica de envolver las papas en arcilla para cocinarlas, inspirada en la pachamanca, un plato tradicional peruano que se entierra en el suelo para que se cocine con el calor del sol: "Esta creatividad está a otro nivel. A mí me ha abierto un nuevo horizonte sobre el cual pensar".

David tuvo que preparar un plato llamado "tierra de maíz" que consistía en croquetas y láminas crocantes, todo hecho con diversos tipos de choclo. "¡Nunca veré al maíz con los mismos ojos!", aseguró Gregg Wallace, uno de los presentadores.

"¡Esto es un corazón de alpaca seco!", se admiró John Torode, el chef australiano que conduce el programa junto a Wallace.

"¿Qué es esta comida, John? ¡Es como si fuera de un mundo completamente diferente!", preguntó Wallace a su compañero al terminar la comida.

El desafío final fue en el hotel Country Club de Lima, donde cada concursante puso a prueba lo aprendido e inventó un plato con elementos peruanos.

Los degustaron Acurio, el chef Roberto Grau y Martínez junto a Pía León y Malena Martínez, esposa y hermana de este último.

Todos los comensales quedaron satisfechos.

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