Dos criadores de bonsáis en Japón publicaron este martes una petición bastante emotiva para tratar de llegarle al corazón a quienes les hurtaron siete de sus "hijos" del jardín de su residencia.
En la publicación, Seiji Iimura y su esposa Fuyumi entregaron instrucciones precisas para evitar que los bonsáis (árboles miniatura en bandeja) robados puedan perecer en otras manos.
"No hay palabras para describir cómo nos sentimos. Esos árboles tienen un gran valor emocional para nosotros", escribió la pareja, que vive en la localidad de Saitama, cerca de Tokio.
Pero el robo no solo los afecta por lo que estos árboles enanos significan para ambos, sino también por el coste económico que trae aparejado. De acuerdo a medios locales, el valor de los tres bonsáis sustraídos del jardín de Seiji y Fuyumi es de US$118.000.
Bonsái es una delicada técnica para cultivar árboles mucho más pequeños que su tamaño real. Es una práctica extendida no solo en Japón sino en gran parte de Asia.
Por su tamaño y cuidados, la crianza de estas plantas requiere de una gran atención.
Uno de los ejemplares robados es un shimpaku juniper - uno de los tipos más preciados dentro del mundo de los coleccionistas de bonsái.
"El shimpaku ha vivido cerca de 400 años, necesita cuidado y no puede sobrevivir una semana sin agua", le dijo Iimura a la cadena de televisión CNN.
"Puede vivir casi para siempre, incluso cuando nosotros ya no estemos. Lo único que le pido a la persona que lo tiene es que le dé agua, que lo riegue apropiadamente", agregó.
Hasta este martes, los bonsáis continuaban desaparecidos.
El propio Iimura señaló que este hurto haría parte de una serie de robos de bonsáis que se viene produciendo desde el año pasado en todo Japón.
"Alguien muy conocedor de bonsáis debe haberse involucrado en el robo", declaró el cultivador en declaraciones publicadas por Asahi.
"Estamos tristes, pero vamos a continuar protegiendo nuestro bonsái. Mientras tanto, seguiremos cultivando árboles que todos quieran ver", escribió Iimura en su página de Facebook.
Otros cultivadores de bonsáis y coleccionistas enviaron mensajes de solidaridad y simpatía a la pareja.
"Es imperdonable. Esos ladrones no saben lo que significa robar un bonsái, mucho menos siete", escribió uno de ellos.
"Los bonsáis están para ser reverenciados y celebrados y deberían estar por encima de la ambición humana", anotó otra persona en la publicación.