Los 280 caracteres de Twitter son suficientes para que Elon Musk se siga metiendo en problemas.
El mes pasado, un tuit en el que calificaba de "pedófilo" a uno de los buzos que protagonizaron el rescate de 11 personas en una cueva de Tailandia lo puso al borde de un proceso judicial por difamación.
Ahora, es el mensaje en el que anunciaba que estaba pensando sacar a Tesla de la bolsa el que lo ha vuelto a poner contra las cuerdas.
Este lunes ha tenido que publicar una nota aclaratoria y revelar quién es el fondo inversor que estaría interesado en hacerse con las acciones de su compañía.
Todo empezó la semana pasada cuando el también fundador de SpaceX, escribió un tuit en el que aventuraba la posibilidad de convertir a su compañía de automóviles eléctricos en una empresa privada con "financiamiento asegurado".
Los 61 caracteres del tuit provocaron un alza de las acciones de Tesla en la bolsa y, también, una polémica sobre si Musk debió usar Twitter para hacer un anuncio de esa envergadura.
El proceso legal
El pasado viernes, varios inversionistas presentaron dos demandas contra Musk por considerar el anuncio "fraudulento y engañoso", ya que en su criterio, buscaba únicamente provocar un remolino en la bolsa.
Pero las posible consecuencias legales no quedaron ahí.
De acuerdo con reportes de varios medios estadounidenses, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (SEC, por sus siglas en inglés) está investigando también a Musk (o más bien, a su tuit) para determinar si era una broma, si iba en serio y -en ese caso- determinar si violó la ley.
La vara para medir la legalidad del tuit de Musk es una ley de 1934, que prohíbe a las empresas que cotizan en bolsa anunciar sus planes para comprar o vender valores si los ejecutivos no tienen la intención de hacerlo, si no cuentan con los medios para ello o si, simplemente, buscan manipular el precio de las acciones.
Si bien Twitter fue una forma poco convencional de hacer el anuncio, la SEC -que regula el mercado estadounidense- permite a las empresas usar redes sociales siempre que se les avise a los inversores con anterioridad.
Sin embargo, no queda claro si Musk cumplió con esto y varios grupos de inversiones denunciaron que no habían sido notificados.
No obstante, la gran interrogante del anuncio era si, en realidad, había una fuente de financiamiento real detrás del tuit.
De lo contrario, las penurias que ya tiene Tesla en sus ingresos se multiplicarían con el escándalo legal que esto representaría.
Por eso, este lunes Musk no tuvo más alternativa que revelar quién sería el bolsillo detrás de la potencial salida de Tesla de la bolsa.
Un fondo saudita
Una publicación en su blog fue el espacio que utilizó Musk para calmar las cosas e intentar justificar su tuit.
"La única forma en que podía tener discusiones significativas con nuestros mayores accionistas era comunicarles mi deseo de privatizar la empresa. Sin embargo, no sería correcto compartir información sobre la privatización solo con nuestros mayores inversores sin compartir la misma información con todos los inversores al mismo tiempo", alegó.
Y también, presentó al, hasta ahora, desconocido potencial inversor.
Según Musk, es el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita, que posee ya el 5% de las acciones de Tesla.
De acuerdo con Musk, en una reciente reunión, el líder saudita del fondo "expresó su pesar por no haber avanzado anteriormente en una transacción privada con ellos y reiteró su apoyo para financiar una transacción privada para Tesla en este momento".
El Fondo saudita ha optado en los últimos años por diversificar sus activos lejos del petróleo y ha realizado movidas en otros sectores que van desde comprar acciones de Tesla hasta invertir en obras de artes o en la creación de museos.
Según información oficial, tiene un monto de US$2 billones bajo su administración y su deseo de diversificar sus inversiones responde a un programa estatal llamado Visión 2030, que busca disminuir la dependencia del país de los ingresos petroleros.
La salida de la bolsa
Si Musk saca finalmente a Tesla de la bolsa, podría continuar el desarrollo de sus productos fuera del escrutinio trimestral al que deben someterse las empresas que cotizan.
En una carta enviada la pasada semana a sus empleados, el también creador de Paypal aseguró: "Ser pública significa que hay un gran número de personas que tienen el incentivo para atacar a la empresa".
Tesla perdió casi US$2.000 millones el año pasado y, en lo que va de 2018, ha gastado aproximadamente US$1.800 millones en efectivo a medida que aumenta la producción del Modelo 3.
Al final del trimestre de junio, la compañía tenía US$2.200 millones en efectivo en sus reservas.