Su cuerpo estuvo "perdido" por décadas y ahora pudieron confirmar su identidad.

Un esqueleto encontrado en octubre del año pasado en California, Estados Unidos, fue identificado como un artista japonés-estadounidense que estuvo recluido en un campo de internamiento de la Segunda Guerra Mundial.

Giichi Matsumura había ido de excursión con compañeros del campo de internamiento de Manzanar para personas de ascendencia japonesa cuando murió en agosto de 1945.

El hombre había abandonado el grupo para pintar en soledad cuando se desató una tormenta anormal en la montaña.

En ese entonces a Matsumura se le dio un entierro humilde en el lugar y los detalles de su muerte se perdieron en el tiempo.

Pero el año pasado, fue redescubierto.

"El fantasma de Manzanar"

En octubre de 2019, Tyler Hofer y Brandon Follin estaban caminando cerca del monte Williamson, en Sierra Neavada, California cuando se encontraron con un esqueleto intacto, parcialmente cubierto por rocas.

Según la agencia Associated Press, los restos humanos tenía un cinturón alrededor de la cintura, zapatos de cuero en los pies y los brazos cruzados sobre el pecho.

En la Oficina del Sheriff del Condado de Inyo, la policía local, buscaron en sus registros informes de personas desaparecidas que datan de décadas y no pudieron encontrar a nadie que coincida con la descripción del esqueleto.

Sin embargo, la historia de Matsumura no era nueva.

Su nombre había captado la atención en 2012 cuando se estrenó un documental sobre el campamento de Manzanar.

Aunque la historia sobre su muerte no llegó a incluirse en la película, el director Cory Shiozaki habló sobre él en las proyecciones.

Las autoridades policiales llevaron a cabo pruebas de ADN en el esqueleto, utilizando una muestra proporcionada por la nieta de Matsumura, Lori.

Lori Matsumura le dijo a AP que sabía que los restos de su abuelo estaban en las montañas en algún lugar, porque su abuela le mostró una foto con una pila de piedras que cubrían su cuerpo.

Su tía, Kazue, también le dijo que era conocido como "el fantasma de Manzanar".

Atrapado en una tormenta

Manzanar fue uno de los 10 campos de concentración establecidos por el gobierno estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial para detener a personas de origen japonés en Estados Unidos.

Según los registros históricos, los reclusos a menudo salían del campamento para ir a pescar u otros pasatiempos.

Pero para cuando Matsumura y su grupo salían a caminar, el gobierno de EE.UU. ya había levantado sus órdenes de exclusión y a los presos se les permitía salir de los campos.

En un comunicado, sin especificar la fecha pero que se cree que fue en agosto de 1945, la oficina del alguacil dijo que Matsumura se había unido a un grupo de pescadores del campamento que querían ir a los lagos de alta montaña de Sierra Nevada.

Después de un rato, él abandonó el grupo para poder pintar y dibujar, un hobby que había adquirido en sus días en Manzanar.

De repente se desató una tormenta. Después de que pasó, el grupo buscó a Matsumura pero no pudo encontrarlo.

El cuerpo de Matsumura finalmente fue encontrado el 3 de septiembre de 1945, por una pareja local que caminaba por las montañas.

Unos días más tarde, las autoridades de Manzanar hicieron arreglos para que un pequeño grupo subiera a la zona y enterrara su cuerpo allí, porque era "demasiado alto" para bajarlo de la montaña.

"Los Matsumura, como muchas familias encarceladas durante la guerra, no tenían hogar o negocio al que regresar y, por lo tanto, continuaron viviendo en Manzanar hasta que el gobierno cerró el campamento permanentemente el 21 de noviembre de 1945", dijo la oficina del sheriff en un comunicado.

Luego, agregaron, la familia Matsumura regresó a Santa Mónica, donde habían vivido antes de que el ejército de Estados Unidos los obligara a salir de su casa tres años antes.

La superintendente de Manzanar, Bernadette Johnson, dijo que estaban "conmocionados" al escuchar que los excursionistas habían encontrado la tumba de Matsumura el año pasado.

"Esperamos que su familia tenga un poco de paz ahora que se ha hecho una identificación" del cuerpo, agregó.

El campamento es ahora un museo y un monumento para recordar a los que fueron privados de su libertad allí.


 

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