No es ella. Nunca estuvo en esa habitación y no ha grabado un video explícitamente sexual.

Y sin embargo, Scarlett Johansson aparece en varias películas porno.

¿Cómo puede ser?

La estrella de Hollywood es otra víctima de los deepfakes, videos modificados utilizando tecnología de intercambio de caras a través de inteligencia artificial.

El rostro del verdadero protagonista se reemplaza por el de otra persona con una fidelidad de movimientos que hace difícil distinguir si es falso o real.

De ahí el descorazonador mensaje de la actriz. "Intentar protegerte de internet y su depravación es una causa perdida", declaró Johansson al diario estadounidense The Washigton Post.

Un video, de dudosa procedencia pero etiquetado como una "filtración" real, ha sido visionado más de 1,5 millones de veces en una de las webs con contenido para adultos más famosas de la red.

El título en esa película incluye el nombre de la protagonista de Scoop y de la franquicia The Avengers para atraer a los internautas.

"Las personas creen que están protegidas por sus contraseñas de internet y que solo las figuras públicas son hackeadas. Pero la verdad es que no hay diferencia entre alguien hackeando mi cuenta o la de la persona que está detrás de mí en la cola del supermercado", señaló en una entrevista con el periódico.

Diferentes leyes

"Por muy degradante que sea, esto no me afecta tanto porque la gente asume que en realidad no he formado parte de una película porno. Desde el punto de vista legal, creo que perseguir esto es inútil", dijo.

Para Johansson la dificultad de luchar contra esto reside en los distintos marcos legales de cada país en lo que se refiere a derechos de imagen.

"Aunque es posible retirar el vídeo en webs de Estados Unidos, puede que las mismas reglas no se apliquen en Alemania. Lamentablemente he estado en este camino muchas veces" afirmó.

Y es que no es la primera vez que la actriz, de 34 años, es víctima de internet.

En 2011, su nombre apareció en la lista de famosos a los que un pirata informático robó fotos desnuda y las publicó online, inaugurando una nueva era de violaciones de la privacidad. El hacker fue sentenciado a 10 años de prisión.

Pequeños avances

Sin embargo, pese a la decepción de la actriz mejor pagada de 2018 según la revista Forbes, Google añadió recientemente la etiqueta "imágenes pornográficas sintéticas involuntarias" a su repertorio de prohibiciones.

Esto habilita a cualquier persona a solicitar al gigante tecnológico que bloquee en los resultados del motor de búsqueda contenido en el que aparezca desnuda o en una situación sexualmente explícita.

"Las personas vulnerables como las mujeres, los niños y las personas mayores deben tener un cuidado especial para proteger sus identidades y contenido personal. Eso nunca cambiará, no importa qué tan estricta Google haga sus políticas", opinó Johansson.

"Nada puede evitar que alguien corte y pegue mi imagen o la de otra persona y la coloque en un cuerpo diferente", sostuvo.

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