Daphna y Alexander Cardinale dicen que lo que les pasó fue un "horror" que ha enturbiado sus recuerdos.
La pareja de California acudió a una clínica de fertilidad para conseguir una fertilización in vitro (FIV). Pero al ver nacer a la niña en 2019, se dieron cuenta de que no se parecía en nada a ellos.
Así que decidieron hacer una prueba de ADN y sus temores se confirmaron: no eran sus padres.
Para su fortuna, encontraron a la otra pareja que tuvo a su hija y juntos decidieron intercambiar a las niñas.
Ahora los Cardinale decidieron demandar al Centro de Salud Reproductiva de California (CCRH), así como a In VitroTech Labs, un laboratorio de embriología, por este error.
"El horror de esta situación no puede subestimarse", dicen en su demanda.
Recuerdos "manchados"
La fertilización in vitro es un procedimiento en el cual los óvulos de una mujer son fertilizados por el esperma del hombre en un laboratorio.
Entonces el embrión se implanta en el útero de la mujer.
Pero han ocurrido casos como el de los Cardenale.
Según la demanda de la pareja, buscaron ayuda en la clínica de fertilidad en el verano de 2018.
Al año siguiente, en la sala de partos Cardinale esperaba "una niña de piel clara", como su primera hija, pero se sorprendió al ver que la niña tenía "la piel mucho más oscura".
"Fue tan impactante que Alexander de hecho se alejó varios pasos de la mesa de partos, apoyándose contra la pared", dice la demanda.
Acusan a las clínicas de negligencia médica, descuido y encubrimiento fraudulento. Ninguna de las empresas respondió a una solicitud de comentarios de la BBC.
En una emotiva conferencia de prensa el lunes, Cardinale dijo que "la angustia y la confusión de su familia no pueden ser subestimadas".
"Nuestros recuerdos del parto siempre estarán manchados por la enfermiza realidad de que nuestra hija biológica fue entregada a otra persona, y el bebé que luché por traer a este mundo no era mío", expresó Daphna Cardenale.
La mujer considera que le "robaron" la posibilidad de dar a luz a su propia hija.
El encuentro con su bebé
Casi dos meses después del parto, los Cardenale hicieron una prueba de ADN que finalmente determinó que no estaban relacionadas biológicamente con la bebé.
La madre dijo que al saber el resultado "la habitación se hizo pequeña" y se sintió mal.
Entonces el CCRH les ayudó a encontrar a la mujer que tuvo el embrión de su hija y que dio a luz con una semana de diferencia.
La hija de los Cardinale tenía alrededor de 4 meses cuando se conocieron.
Luego de varias reuniones, las parejas acordaron pasar por el proceso legal de intercambiar formalmente a las bebés, lo cual sucedió en enero de 2020.
"En lugar de amamantar a mi propio hija, amamanté y me uní a una niña que luego me vi obligada a entregar", relató Cardinale en la conferencia de prensa.
Explicó que el incidente ha sido más difícil para su hija de 7 años, que ha tenido problemas para entender el intercambio.
Cardinale, quien es una terapeuta con licencia, y su esposo, un cantautor, han buscado desde entonces tratamiento psicológico por los "síntomas de ansiedad, depresión y trastorno de estrés postraumático" que han padecido, según su demanda.
Adam B Wolf, un abogado que representa a la pareja, dijo que la otra familia involucrada en la confusión también planea demandar, pero permanecerá en el anonimato.