Los especialistas quedaron sorprendidos.
Un grupo de arqueólogos egipcios descubrieron este mes un misterioso sarcófago negro de 2.000 años de antigüedad en la ciudad costera de Alejandría, en el norte de Egipto.
Según las autoridades egipcias, es el mayor sarcófago encontrado en la ciudad: es de granito negro, tiene casi 2 metros de altura y pesa más de 30 toneladas.
"Tiene 265 centímetros de largo, 185 centímetros de alto y 165 centímetros de ancho", detalló el Ministerio de Antigüedades egipcio en su cuenta oficial de Facebook.
Se cree que el sarcófago pertenece al período Ptolemaico (300-200 a.C.), que arrancó con la muerte de Alejandro Magno, quien fundó la ciudad.
Intriga
El descubrimiento se produjo durante una inspección del terreno previa a la construcción de unas obras en el lugar e intrigó a los expertos por dos aspectos: las dimensiones de la tumba y, sobre todo, el buen estado en el que se encontró.
"Hay una capa de mortero entre la tapa y el cuerpo del sarcófago, indicando que no fue abierto desde que fue sellado en la antigüedad", señaló Ayman Ashmawy, director del Departamento de Antigüedades de la época antigua, en el anuncio del ministerio en Facebook.
Se trata de una situación inusual, pues es común que a lo largo de los siglos los sarcófagos del Antiguo Egipto hayan sido saqueados o dañados.
Junto a la tumba, se halló una cabeza de hombre esculpida en alabastro, que podría retratar al dueño de la misma, según las autoridades.
¿Alejandro Magno?
"El hallazgo ha generado especulación sobre la posibilidad de que sea la tumba perdida de Alejandro Magno, el rey de Macedonia que conquistó gran parte del mundo antiguo", destaca Richard Hamilton, editor de la región de África del servicio mundial de la BBC.
"Si se trata de la tumba de Alejandro Magno, sería uno de los mayores descubrimientos arqueológicos de todos los tiempos", añade.
No obstante, el editor explica que las autoridades están tratando de rebajar la emoción al señalar que es más posible que sea la tumba de un noble de Alejandría.
Ahora, el hallazgo está bajo vigilancia mientras los expertos se preparan para descubrir qué es lo que hay exactamente dentro del sarcófago.
Abrirlo por primera vez es un trabajo delicado y por ello posiblemente se hará en el mismo lugar donde se encontró.