Desde las murallas de Cartagena construidas en el siglo XVI o del emblemático Castillo San Felipe de Barajas, se observa muy cercano el moderno condominio multilateral Aquarela.

Este edificio a medio construir, y que en su proyecto inicial debía contar con cinco torres, tiene preocupado al gobierno colombiano ya que podría significar la pérdida de la condición de Patrimonio de la Humanidad a la zona histórica de esta turística ciudad colombiana.

Así lo reconoció Alberto Escovar Wilson-White, director de Patrimonio del Ministerio de Cultura, desde Azerbaiyán, donde se reúne hasta el 10 de julio el Comité de Patrimonio Mundial de Unesco.

Además, no solo la construcción del edificio se encuentra en entredicho, también la conservación de las murallas y edificaciones que debe desarrollar Colombia y, por eso, la entidad multilateral le señaló al país que tiene dos años para resolver esos problemas.

"Si para entonces esto no ha pasado, se discute el ingreso de Cartagena a la lista de ciudades en riesgo de serles retirada la declaratoria de Patrimonio", reconoció Escovar.

La zona histórica de la ciudad, que incluye al Castillo San Felipe de Barajas, las murallas y fortalezas, fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1984.

El Aquarela

La construcción en el multifamiliar Aquarela estaba paralizada desde 2017 porque las autoridades colombianas ya advirtieron en ese momento que podía traerle problemas a Cartagena.

En aquel año, la Unesco visitó Colombia e hizo sus primeras observaciones al edificio de varios pisos.

En ese momento, los expertos de la entidad advirtieron que la construcción del edificio "impactaba" en el valor universal y excepcional de la ciudad.

Pese a que Colombia presento un informe en 2018 sobre las observaciones que recibió, este año la situación de Cartagena fue incluida en una de las comisiones del Comité de Patrimonio Mundial que sesiona en Azerbaiyán.

Después de conocidas las advertencias de la Unesco y la preocupación del gobierno, representantes del proyecto Aquarela señalaron que "se debe precisar que Cartagena mantiene su vigencia como Patrimonio de la Humanidad porque el valor universal excepcional no está en riesgo".

En una declaración brindada al diario colombiano El Tiempo, un vocero indica que esperan que, con base en los estudios y análisis reglamentarios del proyecto, "Cartagena pueda avanzar a través del desarrollo armónico de la ciudad, poniendo en valor su patrimonio".

Colombia recibió más de cuatro millones de turistas el año pasado y la ciudad cartagenera es la segunda más visitada después de Bogotá.

Sin embargo, autoridades colombianas también han advertido que es un destino de turismo sexual donde produce explotación de menores y trata de personas.

Preocupación del gobierno

Colombia participó del encuentro de Azerbaiyán a través de la Cancillería y el Ministerio de Cultura.

Después de lo dicho por la Unesco, la delegación informó que el país dejó constancia de que está totalmente comprometido en tomar todas las medidas necesarias para resolver el impacto que ha originado este proyecto.

"El edificio construido al frente del Castillo de San Felipe altera de manera irreversible las características de la integridad del sitio (...) Confiamos en que las acciones tomadas terminarán en la demolición parcial o definitiva de Aquarela", afirmó Escovar.

Colombia se comprometió en presentar a la Unesco, hasta el 1 de diciembre de 2020, un informe actualizado sobre el estado de sus patrimonios y la implementación de las recomendaciones hechas por el Comité, que seguirá en sesiones hasta la siguiente semana.

EL siguiente encuentro de revisión de Patrimonio Mundial se producirá en 2021 y será cuando Cartagena pueda ser ratificada o pasar a una lista de revisión de ciudades que corren el peligro de perder su declaratoria.

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