Es un mal que persigue a la humanidad desde hace siglos. Se han identificado piedras en el riñón, o cálculos renales, hasta en momias egipcias.

Los cálculos renales son depósitos duros de minerales y sales que se forman dentro de los riñones y, como cualquiera que los haya sufrido sabe, expulsarlos puede ser muy doloroso.

A menudo son tan pequeños como un grano de arena y se eliminan con la orina sin causar dolor.

Pero también los hay más grandes, demasiado para ser eliminados, y pueden quedarse atrapados en el uréter hasta que un médico los retire o, con suerte, se eliminen solos en horas, días o hasta semanas.

¿Pero sabes que hay cuatro tipos principales de cálculos renales? Conocerlos puede ayudar a determinar su causa y reducir el riesgo de sufrirlos.

Estos son los principales tipos:

Cálculos de calcio

La mayoría de los cálculos renales son cálculos de calcio y suelen tener forma de oxalato de calcio. Esta es una sustancia que contienen los alimentos de forma natural y también es producida por el hígado. Alimentos que contienen oxalato de forma elevada son las nueces, el chocolate y algunas frutas y verduras.

Según la prestigiosa Clínica Mayo, la concentración de oxalato en la orina puede verse aumentada por factores como la dieta, altas dosis de vitamina D y algunos trastornos del metabolismo.

Una buena hidratación es importante pare evitar los cálculos de calcio. Y, aunque resulte sorprendente, un estudio mostró que las personas con este tipo de piedras no deben reducir el calcio en su dieta, según explica en su blog la Escuela de Medicina de Harvard.

Otro tipo de estos cálculos son los de fosfato de calcio, que son menos frecuentes. Entre sus causas hay condiciones como el hiperparatiroidismo y las infecciones del tracto urinario, entre otras.

Cálculos de estruvita

Los cálculos de estruvita se forman en respuesta a una infección, como la infección de las vías urinarias.

Pueden crecer con rapidez y hacerse bastante grandes y, sin embargo, presentan muy pocos síntomas.

El acetohidroxámico ácido puede ayudar a disolverlos, explica el doctor Kevin R. Loughlin en el blog de salud de la Escuela de Medicina de Harvard.

Cálculos de ácido úrico

Se forman en personas que no beben la suficiente cantidad de líquido, o que sí lo hacen pero lo pierden por alguna causa. También en aquellas con una dieta alta en proteínas o las que tienen gota.

Algunos factores genéticos también aumentan el riesgo de sufrirlos.

La mayoría de pacientes con estas piedras presentan una orina muy ácida. Cuando esto pasa, el ácido úrico se disuelve en la orina y puede cristalizar en piedras.

Existen medicaciones para ajustar el pH de la orina y reducir el riesgo. Las personas que naturalmente producen cantidades elevadas de ácido úrico pueden beneficiarse de una reducción de su ingesta de proteína animal.

Cálculos de cistina

Son los menos comunes. Se forman en personas con un trastorno hereditario que causa que los riñones excreten mucha cantidad de ciertos aminoácidos (cistinuria).

La mayoría se pueden tratar aumentando la hidratación y con medicaciones que cambian el pH de la orina, explica Loughlin.

Factores de riesgo y qué hacer

En Estados Unidos, el riesgo de padecer piedras en el riñón en algún momento de la vida adulta es del 9%.

Pero según la Escuela de Medicina de Harvard, este riesgo puede estar aumentando debido al cambio climático.

"A medida que el clima se calienta, los humanos tienen más probabilidades de deshidratarse, lo cual aumenta el riesgo de formación de piedras", asegura Loughlin.

Recomendaciones

Un factor importante para evitar cualquier tipo de piedras en el riñón es hidratarse bien.

La Asociación Urológica de Estados Unidos recomienda a los pacientes que tienden a desarrollar piedras que beban más de 2,5 litros de líquido al día.

Otros factores de riesgo son:

? Los antecedentes familiares

? Algunas dietas, como las ricas en proteínas, sal y azúcar y, especialmente en el caso de la sal

? Obesidad

? Algunas cirugías, como el bypass gástrico, y enfermedades digestivas como la enfermedad inflamatoria intestinal o la diarrea crónica, que pueden afectar a nuestra capacidad para absorber calcio y agua

La Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria tiene unas recomendaciones de dieta según el tipo de cálculo renal que se sufra, ya que las personas que han sufrido un cólico de riñón y expulsaron la piedra que lo causaba tienen más posibilidades de formar nuevas piedras.

En general, se recomienda moderar el consumo de sal, carne, café y bebidas con cafeína, té y cacao.

Además, en los cálculos que contienen calcio, se recomienda: disminuir la cantidad de alimentos ricos en oxalato, como los vegetales, las legumbres, los cereales, las frutas, los frutos secos y, en especial, las espinacas, la remolacha, y el cacao. Se recomienda también aumentar el consumo de alimentos ricos en citrato como el limón, la naranja, la cidra, la bergamota, el pomelo, el kiwi, la grosella y la guayaba.

En los de ácido úrico, se recomienda disminuir el consumo de carne, marisco, embutidos, quesos curados, grasas y alcohol. En general, se deben consumir más carbohidratos y reducir las proteínas.

La pérdida rápida de peso puede causar la formación de cálculos de ácido úrico.

En los que contienen cistina, se recomienda limitar el consumo de pescado.

Lo más importante si hay sospechas, sin embargo, es acudir a un urólogo, quien podrá evaluar los factores de riesgo específicos y los mejores tratamientos.

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