Investigadores en España dicen que no encontraron signos de niveles más altos de infección entre las personas que participaron en un gran concierto de prueba el mes pasado.

Seis resultaron positivos a los 14 días de asistir al concierto en Barcelona, pero la incidencia, informan, fue menor que la observada en la población general.

Alrededor de 5.000 personas participaron en el experimento después de dar negativo a covid-19.

Los participantes llevaban mascarillas pero no tuvieron que mantener un distanciamiento social.

Entre las seis personas que dieron positivo, los investigadores de la Fundación Lucha contra el Sida y las Enfermedades Infecciosas y el Hospital Universitario Germans Trias i Pujol, concluyeron que cuatro de ellas se infectaron en otro lugar, no en el propio evento.

Las autoridades españolas permitieron que el espectáculo, en el que se presentó la banda Love of Lesbian, siguiera adelante como parte de un proyecto de investigación.

Los investigadores encontraron que la tasa de infección entre los asistentes fue la mitad de la tasa de personas de la misma edad en Barcelona.

"No hay indicios que sugieran que hubo transmisión durante el evento", dijo el martes en una conferencia de prensa el especialista en enfermedades infecciosas Josep Maria Llibre, uno de los investigadores.

El experto explicó que en los 14 días posteriores al concierto se detectaron seis casos positivos. Esta, dijo, es una incidencia acumulada de 131 por cada 100.000 habitantes, en comparación con los 260 casos por cada 100.000 habitantes que registró Barcelona el día que se realizó el concierto.

¿Qué medidas se tomaron?

El concierto, realizado el 27 de marzo, fue una iniciativa de "Festivals per la Cultura Segura", una agrupación de promotores y organizadores del sector de la música en directo de Barcelona, que se unió en busca de un protocolo para sentar las bases sobre las que se podrá trabajar en un futuro post pandemia.

Un total de 4.592 personas asistieron al concierto.

El día del concierto todos los asistentes tuvieron que someterse a un test de antígenos, una prueba rápida y más sencilla que la PCR que no requiere análisis en laboratorio y cuyos resultados se pueden conocer en 15 minutos.

Sólo se permitió la entrada al concierto a los que habían dado negativo. También los trabajadores e invitados tuvieron que someterse a la prueba.

El recinto donde se llevó a cabo el concierto, el Palau Sant Jordi de Barcelona, se dividió en tres sectores, cada uno provisto con carriles de acceso y salida. Los asistentes no podían cambiarse de sector.

En las entradas se establecieron puntos de control y chequeo de temperatura.

Los organizadores entregaron a los asistentes mascarillas tipo FFP2, que son autofiltrantes de tipo desechable, capaces de filtrar 94% de las partículas del aire y que son utilizadas por los profesionales sanitarios para protección respiratoria.

En las instalaciones también se colocaron dosificadores de geles desinfectantes para uso público.

Los organizadores del evento calificaron la iniciativa de "éxito" y afirmaron que "empieza a haber luz al final del túnel".

La banda involucrada en el experimento, Love of Lesbian, agradeció a los organizadores y asesores científicos del evento.

"Esperamos que de ahora en adelante, luego de estos excelentes resultados, el mundo de la cultura sea escuchado como se merece", tuiteó la banda.

El concierto fue una de las mayores aglomeraciones en Europa desde que comenzó la pandemia y se produce cuando países de todo el mundo buscan nuevas formas de realizar eventos públicos de manera segura.

Un experimento similar de dos días tuvo lugar en los Países Bajos en marzo con alrededor de 1.500 personas.

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