La Vía Láctea tuvo una gran hermana, una galaxia que fue devorada espectacularmente por nuestra vecina más próxima, la voraz Andrómeda.

La Vía Láctea y Andrómeda forman parte del llamado Grupo Local, una colección de más de 50 galaxias en una región del espacio que se extiende por una distancia cercana a los 10 millones de años luz.

Pero la que habría sido la tercera galaxia en tamaño de ese grupo, M32p, fue consumida por Andrómeda hace dos mil millones de años, según un nuevo estudio.

"Los astrónomos han estado estudiando el Grupo Local durante tanto tiempo", señaló Eric Bell, profesor de astronomía de la Universidad de Michigan y uno de los autores del estudio.

"Fue estremecedor constatar que la Vía Láctea tuvo una gran hermana y no lo sabíamos".

Richard D'Souza, también investigador del Departamento de Astronomía de la Universidad de Michigan y coautor del estudio, explicó a BBC Mundo por qué decidió junto a Bell llamar a M32p la "hermana perdida de la Vía Láctea".

"Usamos ese término porque M32p era una galaxia similar en tamaño y masa a la Vía Láctea", señaló Bell.

"Y además habría pertenecido al Grupo Local en el que la Vía Láctea y Andrómeda son las mayores integrantes".

"Como un niño a la hora de comer"

Andrómeda, también llamada M31, es la galaxia espiral más cercana a la Vía Láctea y se encuentra a dos millones de años luz de distancia.

Los astrónomos ya sabían que la aureola o halo exterior de galaxias como Andrómeda contiene restos de galaxias menores que fueron devoradas por otras mayores.

"Es como un niño a la hora de comer. Si miras luego en el piso a su alrededor encontrarás migas por todos lados y sabes lo que el niño comió", explicó Richard D'Souza, también investigador del Departamento de Astronomía de la Universidad de Michigan y coautor del estudio.

D'Souza explicó a BBC Mundo que "las galaxias, que contienen miles de millones de estrellas, se atraen entre ellas debido a la fuerza de la gravedad. Usualmente la galaxia más pequeña 'cae dentro' o es devorada por la más grande".

"En ese proceso de atracción hay fuerzas gravitaciones que actúan en formas diferentes en distintas partes de la galaxia, similares a la fuerza ejercida por la Luna que resulta en las mareas terrestres. Y debido a que estas galaxias son tan enormes, las fuerzas son muy grandes por lo que despedazan a la galaxia menor".

Y ese proceso deja "migas en el piso" de acuerdo al astrónomo.

"Luego de que la galaxia menor es consumida hay un rastro de estrellas en torno a la galaxia menor, lo que resulta en un halo estelar".

"Momento eureka"

Bell y D'Souza usaron simulaciones por computadora para estudiar el halo en torno a Andrómeda, la región esférica que rodea al disco de la galaxia.

Los investigadores constataron que aunque Andrómeda devoró a lo largo de su historia a muchas galaxias, la mayor parte de las estrellas en el halo se formaron cuando destruyó a una sola.

"Fue un momento Eureka", afirmó D'Souza.

"Nos dimos cuenta de que podíamos usar la información sobre el halo estelar de Andrómeda para inferir las propiedades de la mayor de las galaxias devoradas".

"Bicho raro"

Bell y D'Souza creen que M32p era 20 veces mayor que cualquier otra galaxia que se haya incorporado a la nuestra.

Los investigadores de Michigan señalaron además que M32p no desapareció por completo, ya que creen que una galaxia satélite de Andrómeda llamada M32 podría contener los restos de la galaxia devorada.

"M32 es un bicho raro" señaló Bell.

"Parece un ejemplo compacto de una galaxia elíptica antigua pero contiene muchas estrellas jóvenes. Es una de las galaxias más compactas del universo, no hay otra como ella".

"Será despedazada"

El nuevo estudio, publicado en la revista Nature Astronomy, podría ayudar a comprender el destino de nuestra propia galaxia.

La Vía Láctea y Andrómeda se están aproximando y los astrónomos señalan que ambas galaxias chocarán en unos cuatro mil millones de años y podrían formar una galaxia elíptica gigante.

"Sospechamos que nuestra galaxia, por ser la menor de las dos, será despedazada y se convertirá en parte del halo estelar de Andrómeda", señaló D´Souza a BBC Mundo.

"Sin embargo, como somos una galaxia grande, puede ser que cambiemos la forma de Andrómeda, que pasaría a ser una galaxia gigante en espiral".

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