Una suerte de círculo vicioso natural producido por el calentamiento global hace que los fríos lagos del hemisferio norte produzcan gas metano, que es unas 25 veces más nocivo que el dióxido de carbono (CO2), debido a su impacto en el calentamiento global.
Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Cambridge y publicado en Nature Communications estima que esas emisiones pueden duplicarse en los próximos 50 años.
Estos lagos de aguas frías juegan un importante papel, aunque poco reconocido, en el denominado ciclo del carbono, contribuyendo con alrededor del 16% de las emisiones globales de metano, comparado con el 1% procedente de los océanos.
Combustible natural
Esto es producto una serie de factores encadenados donde todos son causa y efecto del mismo fenómeno.
El aumento de las temperaturas del ambiente provocó la proliferación de juncos en las orillas de los lagos del hemisferio norte.
Los restos de esas plantas luego caen a las aguas y ese material orgánico se acumula en el fondo, alimentando a los microbios que producen metano.
El volumen de gas generado depende de la cantidad de desperdicios orgánicos que caigan a los lagos.
Alto impacto
Los investigadores realizaron una prueba de laboratorio para comparar el impacto de los desechos de coníferas y los de los juncos.
Tras incubar ambos materiales por 150 días, detectaron que los restos de juncos produjeron 400 veces más metano que las coníferas.
Los investigadores creen que la composición química de las coníferas restringe la capacidad de los microbios de generar gas.
"Los juncos no tienen la misma estructura química, entonces no inhiben la producción de metano por parte de los microbios", le dijo a la BBC el profesor de la Universidad de Cambridge y coautor del informe, Andrew Tanentzap.
"Colonización" en marcha
Otro de los ejes de la investigación fue tratar de predecir cómo puede variar en diferentes escenarios climáticos la proliferación de esas plantas que crecen a orillas de los lagos.
Esos cálculos predicen que el número total de lagos del hemisferio norte "colonizados" por los juncos puede duplicarse entre 2014 y 2017, elevando la producción de metano en un 73%.
"Esto contrarrestaría lo que las plantas y el suelo hacen para amortiguar los gases de efecto invernadero", explicó Tanentzap.
"La producción de metano es actualmente subestimada en los modelos climáticos globales", afirmó Sapna Sharma, experta en el impacto de los lagos en el cabio climático de la Universidad de York, Toronto.
"Este estudio permite dilucidar el mecanismo por el que los lagos pueden producir más metano del que se pensaba. Descubrir otra potencial fuente de producción de metano en los lagos boreales es útil para entender el ciclo del carbono y finalmente mejorar las proyecciones climáticas", señaló.