Laura Higgins es la directora de operaciones de seguridad del SWGfL, un organismo de Reino Unido que defiende una internet más segura, en donde gestiona dos líneas de ayuda. Este es su relato en primera persona sobre el trabajo que realiza.
"Mi vida quedará arruinada si publica esas fotos en internet".
Esas palabras fueron gritadas por el teléfono a mi colega. La mujer que hablaba estaba histérica. Acababa de ser amenazada por su novio con la publicación de sus fotos desnudas en la red.
¿Y si su familia ve esas fotos? ¿O sus compañeros de trabajo? La presión le estaba produciendo pensamientos suicidas.
Relaciones abusivas
Fundé la Línea de Ayuda para el Porno de la Venganza en 2015. Es un servicio del gobierno británico que ayuda a víctimas de lo que llamamos "abuso sexual basado en imágenes".
Es lo que ocurre cuando alguien distribuye tus fotos o videos íntimos sin tu consentimiento.
El "porno de la venganza" no es nuevo. Las primeras llamadas que recibimos eran sobre todo casos históricos.
Una mujer tuvo una expareja que publicó fotos y videos de ella en blogs, redes sociales y páginas web. Llevaba siete años tratando de eliminarlos sin éxito. Había hablado con la policía, pero no habían recibido respuesta. Estaba totalmente desesperada.
Muchos casos de los que tratamos ahora tienen que ver con exparejas.
Hay dos tipos. Unas son las relaciones abusivas -tal vez una horrible ruptura amorosa- en las que suele haber amenazas con enviar fotos o videos íntimos a amigos y compañeros de trabajo.
Otras se dan cuando una persona quiere avergonzar públicamente a otra compartiendo sus fotos desnudas o comprometidas en sitios online.
Cuando la gente acude a nosotros sobre contenido que fue publicado en internet, lo primero que tratamos de hacer es eliminarlo.
No podemos garantizar nada porque algunas páginas web son complicadas y otras simplemente nos ignoran por completo.
En nuestro primer año, recibimos 3.000 llamadas. Tres años más tarde, ya tenemos más de 12.000 llamadas y correos electrónicos. No diría que ha habido un aumento de "porno de la venganza", pero sí de la gente consciente de ello y de cómo buscar ayuda.
Más allá de la "generación selfie"
La gente cree que el "porno de la venganza" solo afecta a la "generación selfie". Probablemente hayas escuchado la historia de la chica que se toma una foto desnuda, se la envía a su novio, se pelean y él la comparte en internet.
Esas cosas ocurren, pero a menudo suele ser mucho más complejo.
Apoyamos mucho a la gente joven, pero también hay personas de 40 y 50 años de edad que nos piden ayuda.
El otro día nos contactó alguien de 70 años que dijo que era víctima de "sextorsión" (extorsión sexual). Le habían filmado secretamente mientras tenía sexo y le estaban chantajeando por email para pedirle dinero.
Y aunque la mayoría de quienes llaman son mujeres, aproximadamente una cuarta parte son hombres.
Tuvimos un caso reciente de un hombre a quien había contactado alguien con un perfil falso en una aplicación de citas. Le filmaron masturbándose en una webcam y le pedían dinero.
"Voyeurismo" y humillación laboral
El voyeurismo es otro problema habitual. Recibimos llamadas de gente a quien graban en la ducha o en su dormitorio personas de su entorno o desconocidas. También te pueden hackear y robar fotos, como le ocurrió a la actriz estadounidense Jennifer Lawrence.
Recuerdo a una chica joven que vivía en casa de sus padres. Estaba compartiendo un momento íntimo con alguien y se volvió viral. Tratamos de borrarlo pero estaba por todas partes.
La gente necesita ser cuidadosa con las fotos íntimas de sus teléfonos móviles.
Se pusieron en contacto con nosotros los padres de una joven que viajaba por Australia. Le habían robado el celular y el ladrón había encontrado unas fotos de ella haciendo topless en la playa.
Trataron de extorsionarla y hablaron con su familia, amenazando con publicar las imágenes si no pagaban. Les advertimos que fueran a la policía y que no cedieran al chantaje.
A veces, también nos llaman los perpetradores.
Recuerdo a uno que sentía pánico y remordimiento por haber publicado una foto de su exnovia desnuda en internet. Logramos eliminar el material, pero llevó tiempo.
Esas llamadas son difíciles. Tenemos que mostrarnos sin prejuicios, incluso aunque nos preguntemos cómo pudo haber hecho eso.
Cualquier profesión puede verse afectada. Una vez una mujer nos dijo que su expareja envió una foto de ella desnuda por email a la firma de abogados en la que trabajaba.
Esa foto llegó a todos los empleados de la compañía. La empresa le apoyó, pero la situación fue muy humillante para ella.
La víctima, que era socia de la firma, estaba furiosa. No quería que él se saliera con la suya. Nos contactó y llamó a la policía. Su empresa les pidió a los empleados que borraran los emails, aunque le dijimos que guardara pruebas para la policía.
El lado más difícil
Nos apasiona lo que hacemos. Somos tres y tenemos mucho trabajo.
Algunas historias nos afectan emocionalmente. Otras veces sentimos frustración, pues no podemos ayudar tanto como nos gustaría.
Por otro lado, pasamos mucho tiempo analizando contenido gráfico o perturbador.
Pero este trabajo me ha hecho muy resiliente. No puedo sentarme a llorar porque tengo que ayudar a otros. El estrés laboral es otra posibilidad. Tengo que cuidarme a mí misma.
Trato de mantener la distancia con quienes llaman, pero es inevitable ponerse emocional. Sus historias me conmueven.
Intento pensar por qué hago mi trabajo. Y cuando no puedo más, me digo: "Suficiente. Necesitas tomar un descanso. Deja de mirar esos sitios y haz otra cosa por unos días".
Me indigna que algunas personas sientan que tienen el derecho de compartir fotos tan privadas. Haré todo lo que pueda para luchar contra eso.
¿Qué es el porno de la venganza?
- Consiste en publicar en internet o enviar fotografías eróticas o sexuales sin el consentimiento de la persona.
- Afecta principalmente a mujeres.
- Es una forma de venganza y acoso.
- Puede afectar la vida personal y profesional de la víctima y causarle problemas de salud mental.
*Laura Higgins es la directora de operaciones de seguridad del SWGfL, un organismo de Reino Unido que trabaja por una internet más segura, en donde gestiona dos líneas de ayuda. Le contó su historia a la periodista de BBC Three Natalie Ktena.
Algunos detalles en este artículo fueron modificados para proteger el anonimato de quienes usan la línea.