"¿No sería mejor dinamitar la Tierra y acabar con todo?".

Thomas, de 29 años, vive en el este de Inglaterra y aunque su idea de volar el mundo es algo así como un experimento mental, está seguro de una cosa: los humanos no deberían reproducirse y nuestra especie debería extinguirse gradualmente.

Esta es una filosofía llamada antinatalismo.

Aunque la idea se remonta a la antigua Grecia, las redes sociales le han dado un gran impulso recientemente.

En Facebook y Reddit, hay decenas de grupos antinatalistas, algunos con miles de miembros.

En Reddit, el canal r/antinatalism tiene casi 35.000 miembros, mientras que solo uno de las decenas de grupos que existen en Facebook de temática antinatalista tiene más de 6.000.

Están dispersos por el mundo y sus creencias se fundamentan en una variedad de razones.

Entre ellas están las preocupaciones sobre la herencia genética, no querer que los niños sufran, el concepto de consentimiento y las preocupaciones sobre la sobrepoblación y el medio ambiente.

Lo que los une es el deseo de detener la procreación humana.

Y aunque son un movimiento marginal, algunos de sus puntos de vista, particularmente sobre el estado de la Tierra, aparecen cada vez más en el debate en general.

Aunque no se declara antinatalista, el duque de Sussex, el príncipe Enrique de Inglaterra, dijo recientemente que él y su esposa planeaban tener un máximo de dos hijos, debido a preocupaciones ambientales.

Chat filosófico

Thomas no había oído hablar del antinatalismo antes de que alguien usara el término en un hilo de comentarios de YouTube hace unos años.

Desde entonces, se ha convertido en un miembro activo de un grupo antinatalista de Facebook.

Le proporciona estimulación intelectual y un lugar para poner a prueba sus habilidades de debate.

"Creo que es increíble. Hablas de problemas de la vida real", dice.

"Hay mucha discusión, algo de eso se vuelve bastante delicado".

Pero su pasión por el antinatalismo no es solo teórica.

Thomas cree que la vida humana no tiene ningún propósito.

De hecho, ha intentado, aunque sin éxito, que el Servicio Nacional de Salud (NHS) de Reino Unido le practique una vasectomía.

Los médicos del NHS pueden negarse a realizar operaciones de esterilización si creen que el procedimiento no es lo mejor para el paciente.

No violencia y consentimiento

A pesar de la retórica nihilista en los grupos antinatalistas, no hay indicios de que sean una amenaza violenta.

Cuando hablan de extinción, a menudo lo hacen como un ejercicio de debate.

Nadie amenaza con asesinatos o violencia.

La idea de Thomas de volar la Tierra pasa por un gran botón rojo imaginario que al presionar terminaría con la vida humana.

Dice que lo "pulsaría inmediatamente".

Pero esta idea es realmente muy controvertida por uno de los principios del antinatalismo: el consentimiento.

En pocas palabras, es la idea de que crear o destruir la vida requiere el consentimiento de la persona que nacerá o morirá.

Kirk vive en San Antonio, Texas.

Recuerda una conversación con su madre cuando tenía solo cuatro años. Fue entonces cuando ella le dijo que tener hijos era opcional.

"Esto no tiene ningún sentido para mí, poner voluntariamente a alguien en este mundo para sufrir y morir", dice.

Kirk dice que incluso a esa temprana edad, se convirtió en un antinatalista.

Se opone a la creación de la vida humana porque a ninguno de nosotros se nos preguntó explícitamente si queríamos estar aquí.

"Si todas las personas dieran su consentimiento para jugar el juego de la vida, no tendría ninguna objeción", reconoce. "Todo gira en torno al consentimiento o la falta del mismo".

El concepto también funciona a la inversa.

El problema con ese gran botón rojo que extingue la humanidad es que muchas personas disfrutan de la vida, y no todos consentirían que todo acabe.

En cambio, Kirk y la mayoría de los antinatalistas quieren que la gente se ofrezca voluntariamente a dejar de traer niños al mundo.

Hay otro tema distinto que también es común en los grupos antinatalistas.

Problemas de salud mental

Los posts de las redes sociales a menudo comparten experiencias de salud mental, y de vez en cuando los grupos de antinatalistas condenan a aquellos con problemas de salud mental por tener hijos.

Una publicación incluía una captura de pantalla de un post de otro usuario que decía: "Tengo un trastorno límite de la personalidad, además de ansiedad generalizada y de ser bipolar".

Los antinatalistas agregaron su propio comentario: "Este individuo tiene dos hijos. Me siento mal por los niños".

"He tenido esquizofrenia y depresión", explica Thomas.

"La depresión también está presente en mi familia. Creo que si tengo hijos hay una gran probabilidad de que caigan en depresión y que no les guste su vida".

Pero también dice que la comunidad a menudo está mal etiquetada por personas externas.

"La gente comienza a etiquetarnos como psicópatas locos", dice.

"La verdad es mucho más compleja".

¿Salvar el planeta?

Los argumentos antinatalistas se han visto alimentados en los últimos años por el foco cada vez mayor en el medio ambiente y los efectos potencialmente devastadores del cambio climático.

A juzgar por las publicaciones en los grupos antinatalistas, existe claramente una gran superposición entre sus ideas y el activismo ambiental.

"Siento que ahora mismo es egoísta tener hijos", dice Nancy, instructora de yoga de Filipinas, quien es vegana y aboga por vivir sin plásticos, la defensa de los derechos de los animales.

"La realidad es que los niños que nacen crean más destrucción del medio ambiente."

Un grupo de Facebook llamado "antinatalistas muy enojados" ha compartido una petición que esperan enviar a Naciones Unidas.

Su título es "La superpoblación como origen de la catástrofe climática: detener los nacimientos en el mundo ahora".

Hasta el momento tiene 27.000 firmas.

La idea de abstenerse de tener hijos para beneficiar el medio ambiente no es nueva.

En Gran Bretaña, una organización benéfica llamada Population Matters ha propuesto esto durante años, aunque no son antinatalistas.

De hecho, sus argumentos van más a favor de la sostenibilidad de la raza humana que de la extinción completa.

"Nuestro objetivo es lograr la armonía entre la raza humana y el planeta que tenemos la suerte de habitar", dice Robin Maynard, director del grupo.

"Si tenemos menos niños en todo el mundo y familias más pequeñas, podemos lograr tener una población mucho más sostenible".

¿Pero el aumento de la población llevará directamente a un desastre ambiental? Según la corresponsal de Población Global de la BBC, Stephanie Hegarty, es difícil de decir, porque no se puede predecir el futuro.

"Como consecuencia del desarrollo económico y la caída de las tasas de fertilidad, la población del mundo se estabilizará en unos 11.000 millones de personas en 80 años", dice ella. "Si esta es una cifra sostenible para el planeta o no, no lo sabemos".

"Hay tantos factores que van a cambiar durante la próxima década y el próximo siglo que no podemos predecir eso en este momento".

Insultos y críticas

Entre los intensos debates filosóficos y éticos sobre grupos antinatalistas, hay una corriente subterránea más oscura y menos edificante.

Algunos insultan rutinariamente a los padres. Otros insultos están dirigidos a los niños.

"Las mujeres embarazadas me dan asco", escribió un usuario.

Pero eso no significa que todos los antinatalistas odien a los niños.

"Diría que personalmente me gustan los niños y es precisamente porque me gustan que no quiero que sufran", dice Nancy.

"Quizás traerlos al mundo me daría algo de placer, pero la posible amenaza es tan grande que no estoy seguro de que valga la pena".

Pero esa no es la única crítica. En algunos grupos antinatalistas, los usuarios aluden a la idea de que los bebés no deberían nacer en zonas de guerra, si hay una alta probabilidad de discapacidad, o incluso entre padres de bajos ingresos.

A veces, la retórica suena como una cría selectiva, o la eugenesia.

Los antinatalistas con los que habló la BBC tenían sentimientos encontrados.

"¿Cuáles son los motivos para tener un hijo?" responde Thomas cuando se le pregunta si le preocupa que los niños nazcan en zonas devastadas por la guerra.

"En un país así, hay menos esperanza de que las cosas vayan a cambiar".

Tiene una posición más relajada sobre los niños que nacen en hogares de bajos ingresos.

"Obviamente estoy en contra de tener hijos, pero creo que puedes ser feliz y vivir en una zona de bajos ingresos".

Entonces, ¿hay una filosofía de vida antinatalista general?

"Hazlo lo mejor que puedas", dice Kirk. "Sé amable, y no procrees".

Por Jonathan Griffin

Ilustraciones por Gerard Groves

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