"Siento que es como un secreto oscuro".

Así describe Matt, un joven graduado que vive en Cambridge, Reino Unido, cómo es ser una persona bisexual en una cita amorosa. "Me asusta cómo reaccionará la gente", cuenta a la BBC.

"Una chica con la que estaba saliendo me dijo que la sola idea de que yo estuviera con un hombre le daba vuelta el estómago. Luego me bloqueó en todo", cuenta.

Por eso Matt dice sentirse forzado a mentir sobre su sexualidad para poder simplemente empezar una relación.

"Cuando salgo con gente y menciono que soy bisexual, la relación termina. Cuando miento y oculto mi sexualidad, dura. Todavía no sé si debería revelarlo desde el principio o esperar, porque cuanto más espero, más ansioso me pongo, pero no quiero que la relación termine", explica.

"Siento que si termino en una relación heterosexual, parece que solo estuve experimentando todos estos años, pero si termino en una relación homosexual, la gente dirá que nunca fui bisexual. Y luego, si no tengo una relación monógama, la gente dirá que soy codicioso".

Matt es una de las personas con las que habló Ben Hunte, periodista de la BBC especializado en temas LGBT, en el marco del Día Internacional de la Visibilidad Bisexual, que se celebra cada 23 de septiembre.

Y si bien cada vez a nivel general existe una mayor aceptación de la comunidad LGBTI, aún persisten muchos mitos sobre la "B".

"En el acrónimo 'LGBTI', la 'B' a menudo se eclipsa, lo que lleva a la invisibilidad de las personas bisexuales y a la negación de los detalles sobre su experiencia", dice la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la ONU.

"Piensan que la bisexualidad es un fetiche"

Nichi Hodgson es una escritora que vive en Londres. Ella dice que salió "tarde" del armario, a los 26 años, y tuvo problemas para explorar quién era debido a las presiones de la sociedad para ser heterosexual u homosexual.

"Es un viaje loco debido a la cantidad de conceptos erróneos", cuenta. "La gente todavía no logra entender la bisexualidad".

Nichi también dice que ha tenido que ocultar su bisexualidad en los perfiles de citas online: "Tuve que tener uno heterosexual y uno gay, porque tener uno bisexual me generó serios problemas".

"Algunas personas piensan que la bisexualidad es un fetiche y una forma codificada de decir sadomasoquismo. Es como que estás dispuesto a lo que sea. Hay un verdadero estigma", opina.

Pero eso no es todo. Nichi dice haber escuchado decir "que las personas bisexuales no se casan, simplemente se 'enderezan' y se casan. Hay una presión social real para ser heterosexual y no bisexual".

"Mi exnovia solía bromear diciendo que tendría que desinfectarme antes de poder acostarse conmigo porque antes había estado con chicos", cuenta. "Estaba realmente perturbada. Es muy doloroso".

"Parece socialmente aceptable ser bifóbico"

Lewis Oakley es un activista y escritor bisexual que vive en Manchester y actualmente tiene una relación con una mujer.

Según Lewis, su novia es juzgada por estar con él y la gente hasta le advierte que él la engañará con un hombre.

"Parece que es socialmente aceptable que seas honesto sobre tu discriminación hacia los bisexuales. Nadie me ha dicho 'Eww, eres de raza mixta, no podría salir contigo', pero constantemente se me dice que mi bisexualidad no se ajusta a las necesidades de las personas", cuenta.

Lewis dice que cuando las personas se declaran bisexuales, inmediatamente quitan del abanico de opciones "tanto a los gays como a los heterosexuales, porque ambos los rechazan".

"Es cierto que muchos hombres homosexuales se declararon bisexuales para cambiar su sexualidad", explica. "Pero no se dan cuenta de que, aunque para algunas personas la bisexualidad es un trampolín, para otros es un destino".

Una "epidemia oculta"

Lo que Matt, Nichi y Lewis cuentan no son casos aislados.

"La existencia de personas bisexuales es constantemente cuestionada y, a veces, incluso negada. A menudo, la bisexualidad es calificada de inválida, inmoral o irrelevante", dice la CIDH.

"La bifobia, una de las causas principales de la violencia, discriminación, pobreza y peores niveles de salud mental y física experimentada por las personas bisexuales; se ve alimentada por la falta de visibilidad a menudo presente en comunidades de orientación sexual o identidad de género diversas", agrega.

De acuerdo con la ONG Stonewall, de Reino Unido, 32% de los bisexuales no son abiertos sobre su orientación sexual con ningún miembro de su familia, comparado con 8% de las lesbianas y los gays.

Por otra parte, un informe de la Universidad Abierta de Inglaterra encontró que las tasas de depresión, ansiedad, autolesiones y suicidio eran más altas entre los bisexuales que en los grupos de heterosexuales y homosexuales.

En el ámbito laboral, una encuesta de la empresa TUC realizada a 1.151 personas LGBT en Reino Unido, 30% de las personas bisexuales dijeron que en el trabajo vivieron tocamientos no deseados en lugares como la rodilla o la parte baja de la espalda.

A su vez, 21% dijo haber experimentado tocamientos no deseados en los genitales, senos o trasero, y 11% haber sufrido violación o acoso sexual en el trabajo.

De acuerdo con la secretaria general de TUC, Frances O'Grady, los resultados revelan una "epidemia oculta".

"Las personas bisexuales deberían sentirse seguras y apoyadas en el trabajo, pero en cambio están experimentando niveles impactantes de acoso sexual", dice O'Grady.

"El acoso sexual no tiene lugar en un lugar de trabajo moderno ni en la sociedad en general".

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