¿Te cuesta orientarte? ¿Eres de los que para ir a determinado destino en lugar de agarrar el camino más corto terminas dando una vuelta enorme?
¿O quizás eres de aquellos que dice demasiado eso de "no me he perdido, simplemente estoy desorientado"?
Si la respuesta a estas preguntas es sí, la neuropsicóloga Catherine Loveday puede darte algunos consejos.
1. Planea tu ruta
Si tienes acceso al Streetview de Google o a fotografías del lugar al que tienes que ir, imagínate caminando la ruta, visualizando lo que tienes alrededor.
En cada desvío que tengas que tomar intenta fijar puntos de referencia de algún objeto o establecimiento que te llame la atención. Tu memoria los recordará cuando hagas la ruta real.
2. Relájate
Trata de relajarte: preocuparse demasiado aumentará la carga cognitiva de tu cerebro y
acabará por reducir su capacidad natural de ubicarse en el espacio.
Planificar el viaje debería ayudarte a reducir la ansiedad.
3. Concéntrate
Hablar por teléfono, enviar mensajes de texto o incluso pensar en otra cosa afecta a tu sentido de la orientación. Trata de concentrarte en lo que estás haciendo y mira lo que tienes a tu alrededor.
4. Encuentra puntos de referencia
Trata de detectar algo que te resulte familiar o distintivo y mantenlo siempre a la vista. Si estás en un pueblo o ciudad, puede tratarse del edificio más alto.
En cada paso, verifica dónde te encuentras en relación con ese punto: te ayudará a construir un mapa mental del área que tienes que recorrer.
5. Mira lo que tienes detrás
Con frecuencia la gente suele fijarse solo en lo que tiene delante, pero los que miran atrás y se fijan en lo que hay alrededor suelen orientarse mejor.
Este es un consejo particularmente bueno para ayudarte en caso de que tengas que hacer el mismo recorrido en tu viaje de vuelta.
6. Crea recuerdos
Este consejo puede ser especialmente útil cuando tienes que volver a hacer el mismo camino. Si estabas teniendo una conversación o escuchando una canción cuando hiciste ese trayecto por primera vez, son recuerdos útiles que puedes usar como pistas para reconocer el camino cuando tengas que volver a hacerlo.
7. Toma fotos
Si tienes que volver a hacer el mismo viaje más de una vez, toma fotos en tramos clave y repásalas después. Varios estudios demuestran que las fotografías son más útiles a la hora de orientarse que el video.
8. Recuerda tus pasos
Cuando acabes de recorrer un trayecto, intenta volver por el camino que has seguido mentalmente. Haciendo esto reforzarás las vías neuronales en tu cerebro, fortaleciéndolas y consolidando tus recuerdos.
Si aún así te encuentras a la deriva y sin saber a dónde ir, siempre puedes utilizar el GPS de tu celular, pero tienes que saber que cuanto más confíes en la tecnología menos estarás ejercitando tu sentido de la orientación.
¡Buen viaje!