"Un sacerdote libra a un joven de las garras del demonio", señalaba un titular del Washington Post hace 69 años.

Esta información llamó la atención de Willian Peter Blatty, quien por ese entonces era un estudiante universitario en Georgetown, Estados Unidos.

Este titular le dio vuelta en su cabeza por más de 20 años hasta que Blatty, ya convertido en escritor y guionista de cine, recordó aquella historia con la que se había obsesionado décadas antes.

Tal como comentó en diversas entrevistas años después, a lo largo de varios meses leyó libros sobre posesión que habían sido publicados desde el año 1940, lo que además lo complementó con consultas a sacerdotes, material de archivo y registros de iglesias para documentarse sobre exorcismos.

En 1971, llegaría a las librerías la novela "El Exorcista" escrita por Willian Peter Blatty con la que llegó a vender más de 13 millones de copias en Estados Unidos y se consagró como uno de los best sellers del diario New York Times.

Dos años después, y con la actriz Linda Blair como protagonista, adaptó esta novela para su versión cinematográfica y que, años más tarde, se convirtió en una de los films de terror más recordados de todos los tiempos.

La cinta fue lanzada en 1973 y relata los fatídicos hechos de la posesión diabólica de Regan Mac Neil, una niña de doce años y del exorcismo al que fue sometida.

Luego de su estreno, la película obtuvo un total de diez nominaciones para los Premios Oscar, los Globos de Oro y fue además la ganadora del Premio Saturn como Mejor Película de terror.

El caso real

Fue a finales de 1949 que los medios informaron de un caso que se habría mantenido oculto hasta entonces. 

El 20 de agosto de ese año, el Washington Post reveló que un joven de 14 años había sido sometido a un proceso de exorcismo.

El artículo entregó detalles del procedimiento y, según la publicación, el religioso Bill Brinkley estuvo a cargo del exorcismo.

Además, según revelaron las crónicas de ese tiempo, el adolescente comenzó a mostrar comportamientos extraños que se relacionarían con la posesión diabólica.

El joven fue llevado al hospital universitario de Georgetown y a otro en Saint Louis, ambas instituciones jesuitas.

Finalmente, ambos hospitales afirmaron que no eran capaces de curar al joven por medios naturales.

Según lo que reveleraon los medios años más tarde, el religioso estuvo más de dos meses junto al afectado, para acompañarlo durante sus visitas médicas y determinar cuál sería el mejor momento para iniciar nuevas sesiones del rito.

Además de la exitosa película, que fue dirigida por William Friedkin, este suceso también se contó en una serie de televisión que cuenta con dos temporadas.

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