Durante varias horas cada día, Nick Avtges pasaba tiempo con su esposa en su hogar de ancianos de Massachusetts en Estados Unidos.

Luego, la pandemia de coronavirus llegó, obligando al hogar a prohibir a los visitantes. Pero Avtges, de 88 años, encontró la manera de seguir visitando a su esposa, con la ayuda de su hijo Chris.

Un amigo le consiguió una grúa de cangilones afuera del Centro de Enfermería y Rehabilitación Maristhill en Waltham, Massachusetts.

"Un amigo mío de la escuela secundaria, me dijo: 'Puedo hacer esto por ti'. Pensé: 'Oh, Dios mío! ¡Bueno! ¡Eso es una locura!'", recordó Chris Avtges según consignó NBC Boston.

Esa grúa levantó a Avtges hasta la habitación de su esposa, donde los dos hablaron por una ventana.

"Nos tocamos a través de la pantalla. Nuestras yemas de los dedos se tocaron", declaró Avtges, quien aseguró que él y su esposa, Marion, de 85 años, planean tomarse unas vacaciones cuando termine la pandemia.

"Llevamos 61 años casados ​​y nos amamos hoy tanto como lo hicimos cuando nos conocimos", dijo.

Las imágenes se viralizaron luego que la hija de Chris compartiera el video a través de redes sociales, donde se ve al hombre subir a saludar a la mujer.

 

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