La noche de este lunes se llevó a cabo un nuevo capítulo de "Juego Textual", estelar conducido por Sergio Lagos.
En este episodio, Álvaro Gómez, fue entrevistado a fondo por ocho mujeres de armas tomar: Katty Kowaleczko, Pepi Velasco, Yazmín Vásquez, Begoña Basauri, María Jimena Pereyra, Chiqui Aguayo, Rayén Araya y Tita Ureta.
Durante la sección "Seamos Claros", el actor se refirió a uno de los momentos más difíciles de su vida, cuando fue abusado por un sacerdote de su colegio cuando vivía en Osorno.
“No me cuesta trabajo hablar de esto, es algo que tengo asumido”, comenzó diciendo.
El intérprete recordó que este episodio de su vida ocurrió cuando tenía 13 o 14 años, en un momento donde el religioso lo sacó de la sala para palparlo y, supuestamente, usarlo de ejemplo para evaluar el estado físico de niños de escasos recursos.
“Afortunadamente, no fue con violencia. Lo que me pidió fue medirme otras partes de mi cuerpo, no me tocó nunca. Pero obviamente, si estás desnudo frente a otra persona, te sientes muy vulnerable y sin herramientas para defenderte, porque eres chico”, relató.
“Al menos en esa época, los curas tienen a sus favoritos siempre en los colegios de curas y los invitan a su oficina y a actividades fuera del colegio, y tienen la potestad para llegar a una sala, pasar por encima del profesor y sacarte de la sala de clases”, indicó.
El actor guardó silencio sobre lo sucedido hasta que se sintió preparado para contarlo.
“Asimilé que era abuso como 4 años después, cuando tenía 18 y le conté a mi vieja”, manifestó.
También, reveló que fue un punto de quiebre para su familia el enterarse de la verdad.
“Quedó la embarrada. Él era uno de esos curas que iban a comer a mi casa porque mi familia era bastante religiosa. Desde entonces el punto de vista de mi familia cambió radicalmente. Con el tiempo, incluso se convirtieron en uno de los precursores para sacar al obispo Barros de Osorno”, contó.
Finalmente, indicó que habla con naturalidad sobre lo que le sucedió debido a que le preocupa el tema de la protección de los niños.
“Tengo la responsabilidad de comentar esta experiencia porque siento que los papás deberían ser mucho más cuidadosos con los niños”, finalizó.